Jorge G. Alvear Macías
Ninguna persona y menos la que pinta canas merece ser deshonrada. Ser brillante no es una gran hazaña si no respetas nada, dijo Goethe, el poeta y novelista alemán, y aplica también a quienes detentan el efímero poder.

La opinión del obispo sí concreta un “recado”, vocablo que es sinónimo de mensaje o respuesta oral que se envía a alguien. En el caso lo envía la gran mayoría de ecuatorianos al Gobierno, pero no podría calificárselo de insolente, pues ni es extraño a las graves circunstancias sociales y políticas, ni entraña ofensa alguna. Su valiente iniciativa, sincera, fundada, que responde al sentido común, era y es necesaria en momentos en que escasean las luces para encontrar un norte hacia puerto seguro, en medio de un mar de temores, terquedades y arrogancias. Monseñor Arregui “tomó el toro por los cuernos” y ha dicho lo que tenía que decir con sencillez y con profundidad de pensamiento, para bien de los gobernantes y gobernados. Seguir leyendo aquí: http://tinyurl.com/oaw6ykk
*Publicado originalmente en el Diario El Universo el día viernes 4 de septiembre del 2015.
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