viernes, 31 de enero de 2020

CIDH: observaciones


Jorge G. Alvear Macías
Hay mucho que se dice y otro tanto se omitió en las observaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) –observaciones que no constituyen una condena al Estado–, sobre la situación de los derechos humanos durante las protestas sociales registradas entre el 3 y el 13 de octubre del año pasado. La omisión podría ser el resultado de la información incompleta o de la falta de justificación de los hechos alegados por el Gobierno, lo que aún podría hacerse para constancia histórica. Recordemos que el canciller sostuvo ante el seno de la OEA –y debe ser comprobado ante la CIDH– que la Policía y las Fuerzas Armadas no usaron armas letales en esos días y que las muertes registradas durante tales protestas no estuvieron relacionadas directamente con la fuerza pública; y que en las protestas hubo injerencias externas asociadas a grupos políticos y organizaciones irregulares, para desestabilizar al Gobierno. Algo de las demostraciones de tales injerencias comentó la ministra Paula Romo en un encuentro con articulistas de EL UNIVERSO, las que ayudarían a respaldar la posición del Estado ante la CIDH. 

Lo cierto es que en la comunicación oficial de la indicada Comisión se confirma que hubo actos de violencia, saqueos y caos, concomitantes con las protestas acaecidas tras la suspensión de los subsidios a los combustibles. Que por la grave conmoción y la alteración del orden público se declaró el estado de excepción por 60 días a nivel nacional, y que la Corte Constitucional luego de dar su conformidad en lo constitucional, redujo a 30 días. La CIDH también anotó el traslado de la sede de gobierno a Guayaquil y que el Ejecutivo dispuso que las actuaciones de las entidades de seguridad ciudadana y sus servidores debían realizarse en estricto apego a los derechos humanos, garantías constitucionales e instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el Estado de Ecuador. 

En dicho contexto remarcó que por información de “público conocimiento”, en la respuesta del Estado a los actos de protesta, en determinados casos se recurrió al uso excesivo de la fuerza, principalmente (no sostiene que fue un trato generalizado), en contra de integrantes de comunidades indígenas que se sumaron a las manifestaciones en Quito y en sus territorios ancestrales. Pero la Comisión también acogió información de que, “en determinadas circunstancias”, grupos de personas que se manifestaban provocaron graves desmanes durante algunas protestas, arrojando piedras y objetos contundentes contra la policía, protagonizando saqueos, incendios y otros tipos de agresiones, inclusive contra la prensa. Y que el Estado justificó el estado de excepción para contrarrestar acciones violentas, agresiones y saqueos por parte de manifestantes. 

La CIDH afirma que recibió abundante información y testimonios sobre actos de violencia, sin indicar de qué sector provenían, y de la respuesta del Estado a tales desmanes, así como del desarrollo del proceso de diálogo entre las distintas partes involucradas. Que la delegación visitó instalaciones estatales, centros de detención y algunos lugares donde ocurrieron protestas.  Que hubo reuniones con grupos de personas y organizaciones de diversos sectores, incluidas organizaciones de pueblos indígenas, en Quito, Cuenca, Guayaquil y Latacunga. Fue cuando recogió testimonios de presuntos afectados por las protestas, así como por la política de contención implementada por el Estado. (O)
(Continuará).

*Publicado previamente en el Diario El Universo, el día viernes 31 de enero del 2020
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viernes, 17 de enero de 2020

Adolescentes que delinquen

Jorge G. Alvear Macías
En el mundo aún se discute sobre la edad en que debe empezar la responsabilidad penal. La Deutsche Welle (DW), un medio de Alemania, reportó recientemente que en ese país, tres niños de 14 y dos de 12 años habrían violado a una mujer en Mülheim an der Ruhr, con lo cual un sector de la ciudadanía busca reducir nuevamente la edad de la responsabilidad penal. 
En Guayaquil, EL UNIVERSO dio cuenta de que un grupo de motociclistas (presumiblemente adolescentes), rodeando con sus motos un ataúd que yacía en medio de la calle, despidieron al adolescente de 16 años que fue abatido por un policía nacional. Este supuesto delincuente murió la semana pasada en un sector de la avenida Juan Tanca Marengo, de Guayaquil, tras un cruce de balas con el indicado policía, luego de que fuera perseguido mientras huía en una moto con otro menor de 17 años, quien resultó herido en el intercambio de balas. La nota de este Diario señaló que “…alrededor del féretro, decenas de motociclistas se movían velozmente en círculos. Incluso hay una tricimoto homologada, según se observa en uno de los videos que circularon esta semana en redes sociales. Los amigos y familiares del joven abatido (sepultado el fin de semana), oriundo de Esmeraldas, dicen que ‘la 112 está de luto’, y declaran la guerra contra las autoridades”. Esto habría ocurrido en el sector Horizontes del Fortín, donde este fin de semana “se detuvo a otras cinco personas, entre ellas dos menores, que pertenecerían a esta banda, que, de acuerdo con el fiscal Joselito Argüello, sería de alta peligrosidad”. Un supuesto miembro de la banda habría amenazado al policía y al fiscal.
¿Qué dice la ley respecto a menores de 18 años que cometen delitos, como asesinatos, violaciones, hurtos y robos? ¿Sufren consecuencias? ¡Por supuesto! En primer lugar, están sometidos al Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia, aunque en la tipificación de las sanciones y otras circunstancias este cuerpo legal se remite al Código Orgánico Integral Penal (COIP).
En tales circunstancias, son los jueces de adolescentes infractores quienes conocen, sustancian y dictan las sentencias y resoluciones de primera instancia en asuntos relativos a esos adolescentes. En cantones donde no existe un juez de adolescentes infractores, debe conocer las causas un juez de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia.
El proceso para el juzgamiento de adolescentes tiene una Instrucción; Evaluación y Preparatoria de Juicio; y el propio Juicio. Intervienen un fiscal, quien podrá investigar los hechos en el que se presuma la participación de un adolescente; y, los padres o representantes del menor. La audiencia de formulación de cargos se desarrolla acorde a las reglas del COIP.
Una vez cumplido el proceso, se dicta la sentencia con la motivación de la existencia de la infracción, la responsabilidad o no del adolescente, la determinación de la medida socioeducativa como sanción, su duración; y, su forma de cumplimiento, así como la reparación integral a la víctima, cuando corresponda.
Las medidas socioeducativas son Privativas de libertad o No privativas de libertad. En la imposición de tales medidas debe considerarse la edad del adolescente cuando cometió la infracción. Las privativas de libertad son de menor tiempo que las señaladas en el COIP. (O)
*Publicado previamente en el Diario El Universo el día viernes 17 de enero del 2020.
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sábado, 11 de enero de 2020

La alcaldesa tiene la palabra

Jorge G. Alvear Macías
Esta semana me escribió don Arcadio Arosemena, por mi columna del pasado viernes 3 de enero y la necesidad de arborizar más la ciudad, en la que mencioné que nuestra alcaldesa acometería una labor similar a la de la Alcaldía quiteña. Como la opinión del indicado lector trae una importante preocupación, transcribo con su autorización algunos párrafos de la atenta comunicación: 

“… Estimado Jorge: …he meditado antes de escribirle y me decidí a hacerlo porque creo que usted está muy optimista respecto a la actual administración municipal de Guayaquil... el ejemplo que pone de Quito es válido y ojalá se pudieran hacer así las cosas en Guayaquil, pero no es así.

“En Quito 300 voluntarios sembraron 1000 árboles de especies nativas y transformaron un botadero de basura y escombros en un área verde que en el futuro será un atractivo de la ciudad. Esto con la anuencia del alcalde (Yunda) que enseguida apoyó al grupo y además se sumó la empresa privada. Bien por Quito. La meta del Municipio de Quito es plantar un millón de árboles.

“… En el suplemento ‘Más Guayaquil’ del mes de diciembre que reparte el Municipio… resaltan que ‘la Alcaldía se propone plantar en el cerro Paraíso unas 31 250 especies nativas durante el 2020’, para lo cual han contemplado destinar $2 millones en el presupuesto municipal… esto equivale a $64 por árbol, es decir que para replicar la iniciativa quiteña, nuestro Municipio necesitaría $64 millones. Esta es una de las razones de por qué yo no tengo el optimismo suyo.

“Otra más es el desinterés del Municipio de ayudar a la reconstrucción y modernización del Jardín Botánico de Guayaquil, que tiene 30 años de funcionamiento... la más antigua institución conservacionista del Ecuador continental… El año pasado, los presidentes de la Asociación Ecuatoriana de Orquideología y de la Fundación Jardín Botánico de Guayaquil, instituciones sin fines de lucro, decidieron solicitar a la alcaldesa el apoyo económico para solventar la situación del Jardín Botánico, que podría darse en propiedad al Municipio porteño, para reconstruirlo y modernizarlo, sin haber recibido ninguna respuesta a su petición ni haberle dado paso a una cita con ella que fue oportunamente solicitada.

“Cuando hemos iniciado los festejos del bicentenario de la independencia, el Jardín Botánico de Guayaquil está en peligro de cerrar sus instalaciones.

“… Ojalá yo esté equivocado, Dios quiera que usted tenga la razón y que lo que intuye sea realidad: ‘que el trabajo de nuestra alcaldesa en la tarea de arborizar más la ciudad tendrá excelentes resultados y que cuente con el soporte de empresas con alto espíritu cívico en la ejecución de la idea’”.

Durante los diez años o más que escribo en EL UNIVERSO no he esquivado el pesimismo o el optimismo que me generaron los temas escogidos en su momento y por ello he recibido conformidades y divergencias del lector sobre esos sentimientos. Casi siempre con los fundamentos para sus respetables puntos de vista. No obstante, he tenido y tengo presente que un poco de pesimismo ayuda a evitar peligros y que el optimismo no implica ver todas las cosas con color de rosa. 

La señora alcaldesa tiene la palabra. 

*Publicado previamente en el diario El Universo el día viernes 10 de enero del 2020.
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Iniciativas positivas

Jorge G. Alvear Macías
En los objetivos de introducir cambios que repercutan en una mejor vida individual y colectiva en este año que comienza en medio de inseguridades y temores, deberíamos intentar todo aquello que, en asocio con la comunidad, implique planes que nos comprometan con el bien común. Siempre ayuda al ánimo para resolver nuestros propios problemas individuales que nos involucremos en la solución de pequeñas y grandes dificultades que afectan o pudieren afectar a la sociedad. No sería extraño que pudiéramos relacionarnos con personas que nos presenten una oportunidad en toda crisis. 

Cavilando sobre lo anterior, recordé que el mes pasado se juntaron 300 voluntarios quiteños para sembrar 1000 árboles de arupos, arrayanes y cholanes, entre otras especies, en un sector de su ciudad. Así respondieron a la iniciativa de un particular cuyo único interés fue ver transformado un botadero de basura y escombros, por el que transitaba muy a menudo con desazón, y por ello, según una nota de El Comercio, le propuso la idea al alcalde Yunda a través de Twitter, y este le aceptó en seguida. Al apoyo del Municipio se sumó la participación de la empresa privada, con lo cual los voluntarios efectuaron un trabajo con equipo y fertilizantes adecuados técnicamente a la finalidad. 

Previamente limpiaron y prepararon el terreno y adquirieron las plantas. El Municipio capitalino ha planeado plantar un millón de árboles en la urbe para que sea más atractiva para los transeúntes y sus responsables han estimado que en dos años se apreciará el resultado en todo su esplendor. 

La iniciativa que hemos resaltado ha sido emulada por la alcaldesa de Guayaquil y ojalá lo hagan en otras ciudades, especialmente de la Costa. Las obras de cemento en la urbe requieren complemento de superficies ocupadas por árboles, para intentar alcanzar el sitial de las 15 ciudades con más árboles urbanos en el mundo (Singapur, 29,3 %; Sídney, 25,9 %; Vancouver, 25,9 %; Cambridge en Massachusetts 25,3 %; Durban, 23,7 %; Johannesburgo, 23,6 %; Sacramento en California 23,6 %; Fráncfort, 21,5 %; Ginebra, 21,4 %; Ámsterdam, 20,6 %; Seattle, 20 %; Toronto, 19,5 %; Miami, 19,4 %; Boston, 18,2 % y Tel Aviv, 17,5 %). Claro está que en estas ciudades la normativa municipal ha evitado que se produzca el crecimiento caótico y que la presión del desarrollo habitacional y de infraestructura perjudique los bosques, paisajes y áreas verdes y el equilibrio medioambiental que es siempre vulnerable con toda actividad de urbanización. Con las regulaciones de protección a las grandes arboledas citadinas se han logrado filtros naturales para detener los contaminantes urbanos. 

Estudios de la FAO (Food and Agriculture Organization) recomiendan construir viviendas entre árboles, para mejorar la salud, los niveles de energía, la presión arterial y la disminución del estrés. La plantación de árboles de manera apropiada alrededor de edificios disminuye la necesidad del aire acondicionado y la calefacción. 

Intuyo que el trabajo de nuestra alcaldesa en la tarea de arborizar más la ciudad tendrá excelentes resultados. Cuenta con el soporte de empresas con alto espíritu cívico en la ejecución de la idea.

*Publicado previamente en el diario El Universo el día viernes 3 de enero del 2020.
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