viernes, 26 de abril de 2019

Acto de desagravio

Jorge G. Alvear Macías
Imagen del sitio Wallhere
El presidente Lenín Moreno debería complementar la tarea iniciada para reparar las relaciones diplomáticas con Reino Unido, deterioradas por la indebida concesión del asilo diplomático a Julian Assange, su naturalización e intento de engaño al Foreign Office británico con su inclusión como miembro de la legación diplomática en Londres, dentro de un burdo plan de escape. Me refiero a proveer las pruebas que requiere la Fiscalía General británica para investigar las actividades de espionaje en las que habría participado el australiano asilado. Recordemos que el primer mandatario afirmó en rueda de prensa que “… Assange convirtió a la Embajada de Ecuador en un centro de espionaje…”.
Lo anterior, dada la limitación que tiene el ministerio público ecuatoriano para investigar y procesar delitos cometidos en el extranjero, tal es el caso de los territorios de las legaciones diplomáticas que están sometidas a la jurisdicción de los estados en donde están ubicadas. 
Es que las declaraciones del presidente Moreno han tomado fuerza y connotación internacional, después de que se hizo público el informe de Robert Mueller (fiscal especial del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que investiga la presunta intervención de Rusia en las últimas elecciones presidenciales de ese país). Dicho informe habría ofrecido evidencia adicional de que Assange es agente de inteligencia ruso, según lo comentó el periodista Tom Rogan (Washington Examiner, 18 de abril de 2019). El periodista también señaló que el indicado informe estableció que la computadora que Assange utilizó con internet durante su permanencia en la Embajada ecuatoriana en Londres sirvió en la transmisión de los correos electrónicos de John Podesta (presidente de la campaña de Hillary Clinton de 2016). Tales correos fueron incautados por la GU/GRU rusa y luego transferidos a Assange. Así, se deduce que el australiano estaba personalmente en contacto con la GRU, al menos en línea. El informe de Mueller asimismo identifica “… los repetidos esfuerzos de Assange para proteger a Rusia como la agencia de abastecimiento de correos electrónicos pirateados…”.
Es de presumir que las declaraciones del presidente Moreno, expresadas antes de que se conozca el informe de Mueller, tienen apoyo en informaciones recogidas por funcionarios de la embajada en Londres y de otros estamentos del Estado, que pudiesen coadyuvar a esclarecer la investigación de delitos que a la vista del público, especialmente de la ciudadanía ecuatoriana, deben investigarse y determinar si existió participación antijurídica de funcionarios ecuatorianos. En este caso, habría jurisdicción para sancionarlos en Ecuador acorde con la legislación nacional (COIP art. 14: 2, letra C).
Es necesario reciprocar la paciencia de las autoridades del Foreign Office del Reino Unido frente a los desafueros en política internacional cometidos durante el Gobierno anterior. Esto, porque el Reino Unido no reconoce la institución del asilo diplomático y sin embargo, por respeto a las inmunidades y privilegios de la Convención de Viena, los agentes de Scotland Yard no irrumpieron en la embajada en Londres para apresar a un fugitivo de la justicia ordinaria. Tan elevada y paciente conducta de las autoridades británicas merece un acto de desagravio como el ya sugerido al señor presidente. 
*Publicado previamente en el Diario El Universo el día viernes 26 de abril del 2019

viernes, 19 de abril de 2019

Maestrías




Jorge G. Alvear Macías

La Asamblea Nacional vía reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) busca limitar aranceles de las maestrías en las universidades particulares. La legisladora Viviana Bonilla sostiene que su alto costo afecta a los profesionales. Que un profesional con ingresos de dos salarios básicos no puede asumir USD 15.000 o 18.000 que cuesta una maestría.

Ella asegura que no hay interés oculto para beneficiar a alguien ni para hiperregular el sistema educativo. Está abierta a escuchar y lograr una solución intermedia, pero su plan prevé que las maestrías de las universidades particulares no cuesten más de USD 11.820. 

Lo anterior me recordó que la LOES reconoce a las universidades y escuelas politécnicas la autonomía académica, administrativa, financiera y orgánica. No obstante, la ley citada (art. 73) sugiere que el Consejo de Educación Superior (CES) y las instituciones de educación superior particulares, para acordar la fijación de aranceles, deben considerar, entre otros criterios: costo de carrera o programa; nivel de formación; pago adecuado del personal académico; inversión en investigación; costo de servicios educativos; y otras inversiones académicas. Sin ser imposición del regulador o del regulado.

Esa misma norma reitera que las universidades particulares no pueden tener lucro y por ello deben reinvertir excedentes, para incrementar su patrimonio, preferentemente en investigación, becas, capacitación, formación de profesores y material bibliográfico. 

Ahora bien, considerando la iniciativa que aborda la Asamblea –y atendiendo la apertura de la asambleísta Bonilla– me permito trasladarle algunos aportes para reflexionar mejor el proyecto. Algunos recogidos en la conferencia ‘La importancia de la universidad privada para el desarrollo de las naciones’, brindada en esta ciudad por el académico chileno Dr. Adolfo Arata (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso). Otros aportes han sido analizados en publicaciones internacionales.

-El desarrollo del país está condicionado por la competitividad global; y, en este campo, las universidades tienen un rol fundamental en investigación y formación.

-La formación de posgrado y la investigación de calidad constituirán el factor diferenciador para el crecimiento económico de los países. Los que no sigan estos lineamientos estarán destinados al subdesarrollo.

-Las universidades deben someterse a evaluaciones internacionales para ser reconocidas mundialmente.

-Muy pocas universidades ecuatorianas están entre las mil mejores del mundo. Ello solo se logra alcanzando la excelencia. Pretender lograrlo sin recursos y financiamiento es ilusorio. Si el Estado por sus grandes exigencias sociales no puede enfrentar la realidad, debe permitir la colaboración del sector privado, lo que incluye a  los alumnos con capacidad de pago.

-En la actividad educativa es imposible separar la calidad del costo del servicio. Limitar el valor de los aranceles de maestrías atenta contra la excelencia y la sustituye con mediocridad.

-Para obtener mejores posgraduados y beneficiar el desarrollo nacional, es necesario contratar los mejores profesores, especialistas, nacionales y extranjeros, con los costos implicados. Si estos costos no pueden ser asumidos totalmente por los alumnos, el Estado debe hacerlo con becas y créditos blandos.


En conclusión, maestrías de bajo costo implicarán calidad cuestionada e impulsarán a los mejores alumnos a abandonar el país, buscando lo mejor, con la consiguiente fuga de cerebros y recursos económicos. (O)
*Publicado previamente en el Diario El Universo el día vienes 19 de abril del 2019.

viernes, 12 de abril de 2019

Assange no es un héroe…


Jorge G. Alvear Macías

Así lo expresó Jeremy Hunt, ministro británico de Asuntos Exteriores, luego de la terminación del asilo de Julian Assange y producido el arresto del australiano dentro de la Embajada del Ecuador en Londres. 
La excanciller María Fernanda Espinosa, actual presidenta de la Asamblea General de la ONU, quien en su momento protegió al australiano concediéndole la nacionalidad ecuatoriana, debe pronunciarse a favor de la decisión del presidente Lenín Moreno, pues su silencio implicaría desaprobación, o presentar su renuncia al cargo indicado.
Atrás quedó el desaire al canciller de la época, Ricardo Patiño, cuando el Foreign Office le negó el afrentoso salvoconducto que solicitó para sacar a Assange del suelo británico. Assange no tenía derecho al asilo diplomático; no era perseguido político. 
En el 2013, el especialista en Derecho Internacional de la Universidad de Santiago de Compostela (España) José Manuel Ramírez Sineiro (El asilo diplomático: connotaciones actuales de un atavismo internacional) (2013) coincidió con muchos ecuatorianos que acusaron la improcedencia del asilo de Assange: “…quebrantó su arresto domiciliario, para aparecer refugiado …en el interior de la Embajada ecuatoriana en Londres… acogido provisionalmente debido a su temor más o menos fundado de ser entregado a las autoridades estadounidenses, a pesar de que las mismas nunca promovieron reclamación de extradición alguna...”.
Ramírez Sineiro también advirtió: “…la absoluta prevalencia y observancia de la inviolabilidad de los locales diplomáticos no debe llevar al error de considerar que la acogida de Julian Assange en la Embajada del Ecuador en Londres constituya supuesto legítimo alguno de asilo exterior, ya que dicho ciudadano australiano ni es un delincuente político, ni tampoco ha sido objeto de persecución alguna de tal índole, ni en el Reino Unido ni tampoco en Suecia, habiéndosele reclamado exclusivamente por responsabilidades penales inherentes a aquellos dos delitos comunes de naturaleza sexual… a través de la pauta procedimental de una orden europea de detención y entrega, ya que no solo se trata de un Estado comunitario, sino que la reputación de su sistema político y judicial resulta difícilmente mejorable… el Reino Unido no puede hacer legítimamente más que esperar, respetando por un lado la inviolabilidad de la Embajada ecuatoriana en Londres y sin que, por otro, pueda acceder a considerar su acogida allí como asilo diplomático, al no darse siquiera los requisitos formales, materiales y personales precisos; al no reconocer dicha institución tuitivo-regional, a raíz de no haber sido tampoco nunca parte en los tratados internacionales regionales en la materia al efecto vigentes…”. 
Lo indicado seguramente conocían los funcionarios de la Cancillería ecuatoriana de la época, que coadyuvaron a abusar de la paciencia de las autoridades británicas, en desmedro de los intereses nacionales. 
Ahora está pendiente de confirmar la sospecha de fraude en la nacionalización de Assange y establecer responsabilidades de las irregularidades del acto administrativo lesivo. No es suficiente la suspensión de la nacionalidad del australiano que anunció la ministra del Interior. (O)
*Publicado previamente en el diario El Universo el día viernes 12 de abril del 2019

viernes, 5 de abril de 2019

A Emilio no se le pasó la mano…

Jorge G. Alvear Macías

El presidente Lenín Moreno dijo que lo ocurrido el 30S podría considerarse como de lesa humanidad, refiriéndose a la incursión militar al Hospital de la Policía en Quito. Que hubo gente injustamente encarcelada por un reclamo que era de índole policial. Que no existió intento de golpe de Estado. 
Así, el presidente confirmó la premonición de Emilio Palacio en su columna ‘No a las mentiras’, publicada por EL UNIVERSO (6/marzo/2011), en la que expresó: “…el Dictador por fin comprendió (o sus abogados se lo hicieron comprender) que no tiene cómo demostrar el supuesto crimen del 30 de septiembre, ya que todo fue producto de un guion improvisado, en medio del corre-corre, para ocultar la irresponsabilidad del Dictador de irse a meter en un cuartel sublevado, a abrirse la camisa y gritar que lo maten, como todo un luchador de cachacascán que se esfuerza en su show en una carpa de circo de un pueblito olvidado… Sin embargo, ya que el Dictador entendió que debe retroceder con su cuento de fantasmas, le ofrezco una salida: no es el indulto lo que debe tramitar sino la amnistía en la Asamblea Nacional. La amnistía no es perdón, es olvido jurídico. Implicaría, si se la resuelve, que la sociedad llegó a la conclusión de que el 30 de septiembre se cometieron demasiadas estupideces, de parte y parte, y que sería injusto condenar a unos y premiar a otros. ¿Por qué el Dictador sí pudo proponer la amnistía para los “pelucones” Gustavo Noboa y Alberto Dahik, pero en cambio quiere indultar a los “cholos” policías? El Dictador debería recordar, por último, y esto es muy importante, que con el indulto, en el futuro, un nuevo presidente, quizás enemigo suyo, podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente. Los crímenes de lesa humanidad, que no lo olvide, no prescriben”.
Recuérdese que Rafael Correa demandó a Emilio, a los directivos de EL UNIVERSO y a la compañía propietaria. Luego, el juez (Juan Paredes) que no había tramitado el juicio y que no pudo leer el expediente en pocas horas (150 cuerpos) ordenó pagar 80 millones de dólares para Correa e impuso 3 años de cárcel a Emilio Palacio y a los hermanos Pérez. Jueces de apelación rebajaron la suma a 40 millones de dólares y la confirmó una Sala de la Corte Nacional (Wilson Merino, Jorge Blum y Paul Íñiguez).
La sentencia tuvo tanta repercusión internacional que la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios) la consideró ataque gravísimo a la libertad de expresión, y en señal de protesta sus miembros reprodujeron la columna de Emilio. A la cabeza El TiempoEl Espectador y la revista Semana. 
Otros diarios se sumaron: La Nación (Argentina), La Nación (Costa Rica), El Universal (México), El Comercio (Perú), El País (Uruguay) y El Nacional (Venezuela). The New York Times y The Washington Post, de EE.UU.; El País y El Mundo, de España, no publicaron el artículo pero se pronunciaron en su editorial principal. 
Al autor de la premonición… ¡no se le pasó la mano! (O)
*Publicado previamente en el Diario el Universo el día viernes 5 de abril del 2019.