viernes, 26 de diciembre de 2014

Optimistas obligados…

Jorge G. Alvear Macías

@jorgalve


… Pero con realismo. El anuncio de que “el año 2015 será duro” exige esa actitud. La realidad nos incita a mejorar lo que hacemos como Estado e individuos, sin olvidar que el Gobierno fue advertido reiteradamente sobre una eventual caída de los precios del petróleo y la necesidad de una reserva para emergencias (como la que acumuló Chile durante el auge del precio del cobre).
Con optimismo debemos pedir más precisión, serenidad y prudencia en las decisiones para resolver problemas de dinero en las arcas del fisco.
Si bien los empresarios están en la primera línea de los llamados a ser optimistas, como recientemente lo expresó el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, el Estado no debe aumentar los riesgos que asumen para mover la economía. No es sensato, menos en épocas de vacas flacas. Un país pequeño como Ecuador no podrá voltear lo que el mercado global y el sentido común imponen. Cuba no pudo, de ahí su sagaz aproximación a Estados Unidos en búsqueda de la ayuda que Venezuela tendrá que suspenderle.

viernes, 19 de diciembre de 2014

¿Mínima prisión, máxima desgracia?

Jorge G. Alvear Macías

@jorgalve


Así titula su obra jurídica Miguel Hernández Terán, abogado guayaquileño. Se trata de una crítica a la aplicación en Ecuador del Principio de Mínima Intervención Penal. Aquel principio dicta que el derecho penal no debe proteger todos los bienes jurídicos, sino solo los más preciados.
Hernández acusa que la defectuosa aplicación del principio incide en la indefensión de la víctima de la delincuencia común. Él explica que la pena –sanción que se fija al delincuente y que debe ser proporcional a la acción infractora– es una necesidad social. Aquella debe imponerse, pues es derecho ciudadano obtener la tutela judicial efectiva del Estado.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Mujica en Guayaquil…

Jorge G. Alvear Macías

@jorgalve


Pudo decir: ¡quiéranse ecuatorianos! Tal como lo hizo con los mexicanos, cuando la Universidad de Guadalajara lo galardonó. En Ecuador fue ocasión el homenaje recibido en Guayaquil, después de los discursos de la vicealcaldesa Tabacchi y del presidente Correa. Tal vez Mujica no lo hizo, porque si bien a su edad suelta lo que le provoca –como fue el caso del calificativo “manga de hijos de p…” dirigido a los jerarcas de la FIFA–; en ciertas ocasiones tirantes elige hacerse el zoquete, algo evidenciado al descubrirse lo que opina de Cristina Fernández (“Esta vieja es peor que el tuerto” –Kirchner–) o, cuando desatiende el injusto encarcelamiento del venezolano Leopoldo López, o ignora otras persecuciones políticas, principalmente en Cuba y Ecuador.
Así, la actitud de Mujica, buscando que lo quieran en todos lados (expresando lo que agrada oír a las masas y a la par tranquilizando a empresarios), despierta suspicacias sobre la sinceridad de sus más aplaudidas frases.
En aristeguinoticias.com me inquietó un comentario, sobre la entrevista que le hizo Carmen Aristegui. Decía: “a muchos uruguayos nos llama la atención el cómo llegan las noticias al resto del mundo a través de periodistas que no conocen al verdadero Mujica. Este hombre, los tiene encandilados con el perfil concienzudamente armado de filántropo. Mientras él dice donar su sueldo para construir casas, esa misma organización desvía los dineros, vaya uno a saber dónde(…) en su administración han desaparecido millones de dólares en empresas públicas(…) y el oficialismo, amparado en una nefasta mayoría parlamentaria no admite comisiones investigadoras(…). Hay mucha mugre detrás de ese personaje. No crean lo que ven; investiguen seriamente”.

Lo cierto es que el carismático y socarrón Mujica cautivó a los mexicanos, con consejos para jóvenes y gobernantes latinoamericanos. Con el beneficio de la duda en su favor, resumiré algunos que también pudo dejar en Guayaquil:

  • 1.- Sin inversiones un país no genera trabajo; sin trabajo nadie tiene oportunidades.
  • 2.- Hay que acabar con los políticos corruptos.
  • 3.- Impedir que el odio llene el corazón. El amor construye, el odio termina destruyendo.
  • 4.- “No anden con la lupa buscándole los pelos al huevo, porque si lo buscan lo van a encontrar…”.
  • 5.- Aunar voluntades requiere gran tolerancia.
  • 6.- Querer al país. No se puede luchar por algo que no se quiere.
  • 7.- La política laboral debe privilegiar la dignidad. No se puede ni debe vivir de “garrón” (a costilla de otros). Hay que contribuir con responsabilidad a generar el pan colectivo.
  • 8.- Los presidentes deben vivir como vive la mayoría.
  • 9. No mezclar política con profesión. La política no es una profesión. Es afán de querer a la gente y que la gente quiera a los políticos, pero no para llenar el bolsillo.
  • 10.- No odiar al que tiene o produce mucho dinero. “Si gana mucho, le tenemos que cobrar mucho impuesto”. Dejarlo trabajar y alentarlo. El gran esfuerzo de la organización empresarial incide en la marcha de la sociedad.
  • 11.- Cambiar el gusto por los presidentes con “pinta de estatua”, son de carne y hueso. Nadie es más que nadie, “a nadie hay que andarle alcahueteando”; y
  • 12.- Respetar como se merece toda persona, tenga la ropa o el oficio que tenga… ¿Apellido?
*Publicado originalmente en el diario El Universo el día viernes 12 de diciembre del 2014.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Miedos del pasado

Jorge G. Alvear Macías@jorgalve


Los asambleístas de Alianza PAIS defienden la legitimidad de su iniciativa para modificar la Constitución (sin consultar al mandante). Repiten, a manera de estribillo, ser la expresión auténtica de la voluntad ciudadana. Con esa cantilena romperán el candado constitucional que impide la reelección indefinida del presidente. Asumen tener –hasta ese punto– autorización popular para reformar la Constitución. Ello, pese a la impopularidad (más del 70% desaprueba su gestión). Además, desatendiendo el derecho de la sociedad a consentir o no reformas importantísimas de la Constitución.
En Montecristi se esbozó la participación del pueblo en democracia directa para intervenir de manera continua en el ejercicio del poder. La Mesa Nº 2, presidida por Virgilio Hernández, entregó un informe, acogido con gran votación y felicitaciones. Ese documento, recogido en las actas 056 y 071, fijó la intención de las normas constitucionales sobre participación ciudadana.