viernes, 12 de febrero de 2021

De encuestas, resultados y ficciones

Jorge G. Alvear Macías

jorgalve@yahoo.com    @jorgalve

De 15 encuestadoras que consultaron la intención de voto de los ecuatorianos para el sufragio del pasado 7 de febrero, solo dos ubicaron en segundo lugar al candidato Yaku Pérez.

La encuestadora Comunicaliza lo situó con el 19,2 %, en un muestreo de 2.057 entrevistados, del 19 de enero previo a las elecciones. La otra fue la Celag, que le asignó el 21,2 % de intención de votos, entre 3.000 ciudadanos consultados, el 13 de diciembre de 2020. La primera reconoce un margen de error del (+-)2,16 % y la segunda, del (+-)2,2 %. Las restantes siempre le dieron el tercer puesto al candidato Yaku Pérez. Ninguna encuestadora lo puso en el primero.


¿A dónde quiero llegar? Que los resultados oficiales –al momento en que escribo esta columna– aún no se han declarado; y que, para anunciarlos, las autoridades electorales tienen que esperar el cierre de los comicios de cada provincia y de los cumplidos en el extranjero. Pero sí se puede considerar información fiable a la proporcionada sobre las tendencias de las preferencias dentro de cada provincia, en las que aún no se ha cerrado el escrutinio.

Lo anterior lo saben los candidatos. Muchos de ellos no se han pronunciado, aunque atentos guardan prudente espera, lo cual es sensato.

En esa línea de cuidado y sin perder de vista que el verdadero enemigo ansía que la votación contraria se divida más, sería aconsejable que el candidato Pérez, hombre formado como abogado y defensor de los derechos humanos, haga uso de sus conocimientos, adopte la templanza del demócrata y aguarde los resultados oficiales. Si él logra los votos del Guayas para llegar segundo en esta fase del proceso comicial, seguramente contaría con el respaldo de esta parte del país para llegar a Carondelet. También le ha ofrecido caballerosamente su apoyo el candidato Guillermo Lasso y corresponde aceptárselo o declinarlo cortésmente.

Lo que sin duda no debería es recordarle al país con amenazas de personas de su entorno, los lamentables sucesos de la protesta indígena (de octubre del 2019) que pusieron en peligro la democracia y crearon innecesaria desconfianza entre hermanos. Por cierto, la misma democracia que hoy le permite a él competir por el poder, con el apoyo de otras culturas.

Por otro lado, si fuere Guillermo Lasso, quien según las tendencias llegare a disputar la segunda vuelta, consciente como es él del gran respaldo que tiene el candidato Pérez, debería presumir que necesita esos votos y de los seguidores de los demás candidatos fuera de la lid.

Esta realidad obliga a unirnos y pedir a los candidatos que hemos apoyado que conformen una coalición patriótica, de consenso sobre los principales y urgentes objetivos para recuperar lo perdido en los últimos catorce años, durante los cuales el socialismo del siglo XXI experimentó con la suerte del Ecuador.

El cogobierno es la salida del empantanamiento del retraso, miseria y tragedia de la pandemia. Para los renuentes, una ficción; para los demás, realizable, luego del derrumbe de la Babel ecuatoriana que nos dejó el correato. (O)

*Publicado previamente en el Diario El Universo, el día viernes 12 de febrero del 2021.

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jueves, 4 de febrero de 2021

El llamado de la patria

Jorge G. Alvear Macías

jorgalve@yahoo.com    @jorgalve

Meses antes de las últimas elecciones en Bolivia, un periodista de ese país propuso en el New York Times que los candidatos con más opción se unan, para evitar el retorno del Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales. Aunque parecía posible y necesario, no lo hicieron. El MAS volvió y es Gobierno.

En Ecuador ya no es viable hacerlo, pero existe una alternativa que enaltecería con patriotismo a los candidatos de trece listas, que según las encuestas ninguna oportunidad tienen. Es la siguiente: invitar a sus partidarios a votar por Guillermo Lasso para presidente.

Sería una manifestación de grandeza, incluso para los que se equivocaron enfilando ataques contra Lasso, sin percatarse de que pudieron desconcertar a sus seguidores, al haber sido víctimas algunos de ellos (Lucio Gutiérrez, César Montúfar, Yaku Pérez…) del enemigo autoritario común, pues ellos olvidaron que el candidato de CREO fue un protagonista importante en esa pelea. Olvidan, además, la gran corrupción en la gestión del correato de la que fue parte el candidato Arauz; del despilfarro en la construcción pública (obras con graves fallas o morrocotudos sobreprecios); así como de las violaciones a los derechos humanos y la megalomanía, características en los dictadores Fidel Castro, Daniel Ortega, Hugo Chávez y Nicolás Maduro. La propuesta ayudaría a terminar la angustiante incertidumbre.

La ciudadanía sabe cuán pavoroso es el panorama económico del país; y, que sobre el destino de todos se ciernen gravísimos peligros, aunque muchos se resisten a asumirlos. No solo es la escasa oferta de empleo por la baja productividad y la casi nula inversión en ese campo. Se trata también del embate del narcotráfico. Lo evidencia la descomunal cantidad de droga capturada entre el 2019 y 2020; y ello, sin duda, gravita en la inseguridad que percibimos, sobre nuestra integridad y sobre el proceso electoral del próximo domingo. Se confirma con la reciente información que una organización narcoguerrillera colombiana habría entregado dinero a un candidato a la Presidencia en nuestro país, quien a su vez ofrece $ 1.000 si ganare, para captar el voto de los desesperados por falta de ingresos. Muchos de ellos, desorientados por los mensajes de campaña de quienes, pese a no haber sido favorecidos por las encuestas, se empeñaron en criticar las debilidades de Guillermo Lasso, que en nada ensombrecen sus fortalezas. Precisamente, su gran capacidad de crear riqueza generadora de empleo califica a Lasso para tomar el timón de la nave en la “tormenta perfecta”, entendida esta como la desproporcionada deuda nacional; la pandemia, que puede ser inmanejable si no se vacuna pronto a mínimo 9 millones de compatriotas; la baja producción, que conspira contra la dolarización; la narcopolítica y el conciliábulo internacional de la izquierda antidemocrática, dispuesta a tomar el poder incluso aliados con narcotraficantes, como en Venezuela.

Yo confío en que la propuesta sea acogida por los candidatos Lucio Gutiérrez, Carlos Sagnay, César Montúfar, Pedro Freile, Xavier Hervas, Yaku Pérez, Guillermo Celi, Raúl Carrasco… ¿Y ustedes? (O)

*Publicado previamente en el Diario El Universo, el día viernes 4 de febrero del 2021.

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