El presidente Moreno ha reconocido que la nacionalidad ecuatoriana otorgada a Julian Assange fue una decisión no adecuada de la canciller María Fernanda Espinosa. Tal pronunciamiento ocurrió luego de que en Francia se le concediera la nacionalidad francesa a Mamoudou Gassama, un inmigrante indocumentado.

Gassama había escalado cuatro pisos de la fachada de un edificio en París, para rescatar a un niño de 4 años colgado de un balcón y suspendido en el vacío, evitando así un desenlace mortal.

La decisión del presidente Emanuel Macron, en medio de su dura política migratoria, ha sido calificada por algunos medios como un mensaje al mundo de que solamente mereces la nacionalidad francesa si eres un héroe del nivel de Gassama.

Comparada esa decisión con la de la canciller Espinosa –quien en su momento intentó justificar la naturalización del australiano como necesaria para darle protección internacional– permite retomar el valiosísimo significado de la nacionalidad ecuatoriana, para que no se la entregue nunca más, cual baratija.

En tanto que la declaración del presidente Moreno actualiza la imperiosa verificación del cumplimiento de los requisitos legales en el indicado proceso de naturalización de Assange. Ello podría efectuarse, ora por iniciativa del propio presidente y de ser el caso disponer la acción de lesividad para anular tal carta de naturalización, ora por pedido de la Asamblea al confirmar las ilegalidades dentro del juicio político que se prepara contra la canciller Espinosa. Así se podrá determinar lo siguiente: LÉA MÁS https://www.eluniverso.com/opinion/2018/06/01/nota/6786923/gassama-assange

*Publicado previamente en el Diario El Universo el día viernes 1 de junio del 2018.