sábado, 21 de diciembre de 2019

Comportamiento innoble

Jorge G. Alvear Macías

Esta semana circuló en las redes sociales un video con imágenes y audio infames y denigrantes. Se trataba de la reunión de una veintena de personas en un restaurante que parecía de algún lugar en Argentina, asumo que así era por el acento de quienes coreaban un estribillo que aludía a la señora madre del presidente Lenín Moreno y a este (Lenín Moreno LPQTP… Lenín Moreno LPQTP). Ello ocurría mientras saltaban enfervorizados cual si fueran integrantes de la barra brava del club Boca Juniors o de su tradicional rival el River Plate. En el mismo video aparecía sonreído y complaciente el expresidente de la República Rafael Correa, que observaba con copa de vino en mano, sin manifestar intención alguna de detener el agravio al representante del Estado ecuatoriano y, por ende, a sus ciudadanos. 

Muchos argentinos, tal vez contrariando a otros tantos, insultan de esa manera a sus mandatarios en espacios públicos, tanto en conciertos musicales como en estadios de fútbol. A tal punto que el año pasado varios medios de comunicación de formato digital calificaron como un “hit de verano” a la coplilla coreada por el público en algunos conciertos de bandas o grupos musicales, entre los que se destacó al realizado por el rockero Charlie García, durante el cual entonó la ya popularizada afrenta: “Mauricio Macri la puta que te parió (y que los mismos medios la redujeron a ‘Mauricio Macri LPQTP’)”. ¿Pero qué motivo tienen en Argentina para insultar a un presidente del Ecuador, si es que existiera alguno de suficiente entidad para vejar a su madre, lo más sagrado de una persona? ¡Ninguno!

En ese contexto, sorprende e indigna la innoble actitud del expresidente Rafael Correa, quien con su evidente satisfacción alentaba a esos individuos para denigrar a su sucesor en funciones; precisamente a aquel a quien el movimiento Alianza PAIS candidatizó y apoyó hasta lograr ponerlo en el cargo. Es que no se comprende que el expresidente ecuatoriano haya festejado un agravio que también lo deshonra. En todo caso, tal connivencia no puede ser ignorada y menos olvidada. Nuestros límites culturales y valores ancestrales familiares nos obligan a repudiar tamaña injuria, como rechazamos la expresión grosera y discriminatoria irrogada al presidente por el dirigente indígena Jaime Vargas, nada menos que desde el seno la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Ese nivel de indignidad del expresidente no puede ser asumido ni debiera ser asumido como propio de la sociedad ecuatoriana. Estamos obligados a señalar que el zafio proceder de ese grupo coreador podría dañar seriamente la relación fraterna que hemos tenido en el pasado con los argentinos. Ellos deberían conocer de nuestra cultura de respeto a nuestras madres y que no queremos exponerlas a los agravios que tal vez pudieran ser hábitos de incultos, que resultan extraños en la tierra del tango, la milonga y de ilustres pensadores como Borges, Storni, Cortázar, entre muchos.

El recién posesionado presidente Fernández debería pronunciarse ofreciendo disculpas por el irrespeto a nuestro mandatario. Al fin y al cabo, es lo que él también pudiera esperar si sufriera tamaño agravio.

*Publicado previamente en el diario El Universo, el día viernes 20 de diciembre del 2019.
Lea este artículo en EL UNIVERSO

No hay comentarios: