miércoles, 9 de septiembre de 2009

Conceptos prácticos

Jorge Alvear Macías


En estos tiempos difíciles que debemos transitar los ecuatorianos, resulta esperanzador todo esfuerzo que podamos hacer para afrontarlos y buscar proactivamente buenos tiempos, que generalmente no vienen solos, pues hasta para ganarse la lotería hay que comprar el “wachito”. Digo esto, porque la noticia –si fuere cierta– de que Ecuador ha reducido su tasa de analfabetismo al 2,7%, habría involucrado esos esfuerzos. Aunque la reducción no incluye a los habitantes de zonas marginales de Guayaquil y ello, podría explicar su lento progreso individual, que estimo vinculado a su menor capacidad de recibir información útil o para distinguirla de la engañosa, intrascendente o “mediocre”, utilizando el vocablo favorito en las sabatinas.

La exclusión en buena medida afecta al campesino asentado en esta urbe. Los entendidos señalan como causa a la política educativa centralista, al desinterés de los municipios en la gestión y a la “agenda” propia del magisterio politizado. Pero hay indicios de que la causa directa es la deficiente preparación de maestros rurales costeños, según una profesora de la Iglesia evangélica, quien me aseguró que “en ciertas zonas del agro costeño del Guayas, la mayoría de estudiantes de sexto grado no saben leer bien”.

Pero volviendo al objetivo de este comentario, debo contarle apreciado lector, que afortunadamente existen personas que además de ejecutar acciones para proveerse buenos tiempos, con generosidad, silenciosamente y aguda visión cívica, han ubicado una forma efectiva (deben existir otras) de generar conocimiento y acelerar la información, para quienes carecen de los medios económicos o del tiempo necesario para acceder al conocimiento elemental, de conceptos necesarios en el quehacer democrático. Me refiero a Jaime Marcet Ortega y Jairon Merchán Haz, autores de una publicación de 6.000 ejemplares, distribuida gratuitamente en colegios (gracias a empresas que desarrollan su actividad con responsabilidad social), titulada Conceptos sencillos en democracias complejas.

La obra reúne conceptos básicos en Economía, Derecho e Instituciones, expresados con lenguaje fácil, respecto a la Balanza de Pagos, Producto Interno Bruto, Liberalismo, Socialismo, Hábeas Corpus, Asamblea Nacional, Defensoría del Pueblo, SRI, etcétera. No es un diccionario, –así lo aclaran Marcet y Merchán–, pero informa en qué consiste por ejemplo, el fraude de la ley: “…cuando se le prohíbe a una persona contratar y esta crea una empresa para hacerlo: o cuando dos personas se casan para obtener la nacionalidad de un país ya que de otro modo no podrían…”. También explica que la libertad de expresión es: “…el derecho a expresarse sin necesidad de autorización previa, a decir libremente lo que se piensa, lo que se opina”.

Esta útil publicación advierte que la acción de protección protege los derechos del ciudadano de una manera efectiva frente a los abusos de una autoridad que no sea un juez o jueza, incluso de abusos de un particular. La información sobre la acción extraordinaria de protección revela que sirve para proteger los derechos violados por sentencias firmes, o autos definitivos… y no para ser usada indiscriminadamente. Por tanto, sugiero a los autores enviar unos ejemplares a los miembros de la autonombrada Corte Constitucional.


*Publicado en el Diario El Universo, miércoles 09 de septiembre del 2009

No hay comentarios: