viernes, 28 de agosto de 2015

Constitución novelera

Jorge G. Alvear Macías

No debería sorprender el estado de excepción decretado para todo el territorio nacional, suspendiendo las garantías constitucionales más importantes, sin observar los principios constitucionales: de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad. Sin que medie desastre natural alguno, extendido a las lejanas islas Galápagos y en momentos de descontento ciudadano.
La próxima Carta Fundamental tendrá que prevenir los excesos en el ejercicio de la facultad para decretar estados de excepción, estableciendo responsabilidades. Además, precaver los graves dislates del texto vigente. ¡Sí, estimado lector, una nueva Constitución!
Para ello no debemos olvidar estos extravagantes años de “revolución ciudadana”. Una nueva Constitución (cada día se suman voces que la exigen), empezando por escoger a ciudadanos idóneos que no acepten que les hagan la tarea, que salvo valiosas excepciones estuvieron ausentes en Montecristi.
Recordar que en la redacción de la Carta incidió una combinación de fanfarria, ingenuidad, improvisación, desfachatada manipulación extranjera y desde Carondelet; acuerdos mezquinos para doblegar el espíritu autonómico e influencia de esta urbe; ofrecimientos que entrañaron engaños; negligencias; nebulosa concepción de principios; innecesarios desdoblamientos lingüísticos por reivindicaciones de género; y, léxico lírico sino ambiguo de hueco contenido. La deficiente técnica jurídica en numerosos apartados sembró contradicciones entre la dogmática y orgánica del estatuto constitucional. Por un lado se construyó una extraordinaria fuente de derechos, y por otro, una siniestra estructura concentradora de poderes que impide su ejercicio. Seguir leyendo: http://tinyurl.com/p7kesjx


viernes, 14 de agosto de 2015

Ni blando, ni duro


Jorge G. Alvear Macías



El símbolo de la corrupción
Escribo mientras en Quito, Guayaquil y otras ciudades del país hay un paro nacional contra las políticas del Gobierno, convocado por organizaciones sindicales, gremiales e indígenas. Hay cierre de vías en algunos puntos del país. En Santo Domingo, detenciones de personas. También movilizaciones de apoyo al régimen.
En días pasados el presidente cuestionó el mencionado paro, vinculándolo con un supuesto “golpe blando” en marcha para desestabilizar. La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció un ‘tuitazo mundial’ contra las “acciones desestabilizadoras” hacia el régimen de Rafael Correa. ¿Qué fundamento tienen esas aseveraciones? No lo sustentan con concreción.
Cuando se atribuyen a la protesta social afanes desestabilizadores e intenciones para derrocar al presidente, me temo que se busca encubrir una postura antidemocrática posicionada como política de Estado: no aceptar disidencias con el pensamiento oficial y no tolerar la protesta de los ciudadanos.
Para una sociedad democrática la libertad de expresión es fundamental. La protesta social es una forma colectiva de gran eficacia para ejercitarla. Los distintos Relatores para la Libertad de Expresión han concluido que, en algunas circunstancias, la protesta es la única forma para que los individuos puedan ser escuchados. Ocurre cuando los marcos institucionales les impiden participar efectivamente en el debate para la toma de decisiones que les afectan. La protesta en la calle o carretera es la solución para los discriminados o marginados del debate público, permitiendo que su punto de vista sea escuchado y apreciado.
Están justificadas esas modalidades de expresión dinámica en la movilización de las gentes, para formular reclamos y aspiraciones. Facilitan la legítima influencia en la política pública de los Estados.

viernes, 7 de agosto de 2015

¡Ahí vean!

Jorge G. Alvear Macías


Hay más detalles sobre la preventa de petróleo realizada por la empresa pública Petroecuador a la privada PTT International Trading de Singapur. Petroecuador suministrará 116,6 millones de barriles de crudo y recibirá un anticipo de $ 2.500 millones a desembolsarse hasta el año 2020. Con los dineros obtenidos el Gobierno financiará proyectos de inversión.
El Ecuador ya recibió $ 500 millones y recibirá otros $ 135 millones por anticipos hasta fin de año. La diferencia ($ 1.865 millones) será transferida en los próximos 5,5 años de vigencia del contrato. El ministro coordinador de Política Económica, Patricio Rivera, explicó en la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea que se pactó el precio del petróleo del mercado internacional al momento del embarque, más un premio de $ 0,45 por cada barril.
También trascendió que el anticipo de $ 2.500 millones solo representa una parte del valor total de la venta de petróleo. Esta aclaración resultó necesaria, pues –ante la falta de información de Petroecuador– se especuló que el precio de cada barril había sido negociado a $ 21,50. No obstante, persiste preocupación por la denuncia del analista Fernando Villavicencio en radio Democracia. Él sostuvo que el premio de $ 0,45 es muy inferior al fijado en el mercado (fluctuaría entre $ 1,50 y $ 2,00). El propio ministro Rivera informó que el premio está por debajo de los acordados ($ 1,25 y $ 1,30) en las preventas a China (2009). Para Villavicencio, el premio pactado “implica de entrada un perjuicio superior a los 122 millones de dólares (…), y solo si consideramos un premio del mercado de USD 1,50”. Leer más http://tinyurl.com/q8tpb4a