En febrero y marzo, antes de los sufragios seccionales del 24 de marzo, los candidatos a alcalde de Quito, Guayaquil y Cuenca participarán en debates electorales. La iniciativa del Grupo Faro, en alianza con el CNE, Diario EL UNIVERSO, Telerama y la Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador, busca que el electorado acuda a las urnas debidamente informado de las propuestas de los candidatos. Se elegirán 23 prefectos, 221 alcaldes, 868 concejales urbanos, 437 concejales rurales, 4.000 vocales principales de las juntas parroquiales y 7 miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.
El debate entre aspirantes a las dignidades permitirá al ciudadano, entre otras cosas, que se involucre y participe con protagonismo en los problemas y soluciones de la comunidad en el ámbito más próximo del individuo y a coadyuvar al cambio de la realidad de un país con la que estamos inconformes. La decisión afectará nuestros destinos. Por ello es sumamente importante contar con información adecuada y suficiente.
Conocer las ideas y propuestas de los candidatos es positivo para reconocer los motivos de discrepancia o construir consensos alrededor de ellas. Sin olvidar nuestra obligación de revisar el pasado de los candidatos, para identificar a los audaces y prevenir los fiascos. No quedarnos en lo superficial y ahondar para lograr la mejor decisión.
La iniciativa surge cuando hay cada vez menos debate dentro de los procesos comiciales que se realizan en el país. Una secuela triste de los últimos tiempos. Hay quienes sostienen que los estrategas y asesores recomiendan a los candidatos que lideran las encuestas no participar en debates o evitarlos; entre otras razones, porque si la elección se convierte en un debate sobre la honestidad del candidato, tendría efectos doblemente desalentadores sobre un sector del electorado que busca, por ejemplo, respuestas para salir de una crisis, y claro en ese caso, se atenderá más el análisis de las fortalezas y debilidades del candidato que al mensaje o se desconfiará de su oferta. Además, si el debate fuere transmitido por televisión, puede cambiar las preferencias de los electores. En Estados Unidos los debates son decisivos. Algo más de la mitad de los votantes deciden su voto después de un debate.
En la publicación digital Semana.com se reitera que el debate sigue siendo el medio más apropiado para que el ciudadano conozca, además de las propuestas de un candidato, su capacidad de reacción e improvisación, su posición frente a temas polémicos y el nivel de su carácter. El debate provee un muy buen escenario para comparar las propuestas de los aspirantes, identificar los compromisos que estos pueden tener y con quiénes. Es una oportunidad para que los candidatos generen confianza.
Consideremos, entonces, que la negativa a debatir deja como mensaje que el candidato tiene algo que esconder o que no tiene nada importante que decir.
En fin, la ciudadanía que asume la responsabilidad de elegir dignatarios debe tomar una decisión libre e informada; y el debate es un excelente mecanismo para lograrlo.
Este columnista felicita al Grupo Faro, Telerama y a Diario EL UNIVERSO por la idea de realizar el indicado debate entre candidatos. (O)
*Publicado previamente en el Diario El Universo el día viernes 1 de febrero del 2019.
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