viernes, 17 de septiembre de 2010

La odiosa comparación

Jorge Alvear Macías



Si hubiera independencia y respeto a las competencias entre la Función Ejecutiva y la Corte Constitucional (CC), el presidente Correa se retractaría de cierta afirmación de semanas atrás. Aquella de que la lotería de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) constituye un acaparamiento; y que, “…Por ley tener el monopolio de una lotería es insostenible…”.

En primer lugar, porque la CC ya estableció que la lotería de la JBG no constituye monopolio, en Resolución Nº 26, Registro Oficial Suplemento 316, del 15 de abril del 2008 (casos: Nros. 0026-04-TC y 0027-04-TC). La Corte razonó que no se puede considerar a la exclusividad de la lotería, como “…intento de monopolio de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, por no ser una institución con fines de lucro…”.

En segundo lugar, porque esa Corte es la que tiene la potestad del control constitucional y no el Presidente. No cabe que el presidente Correa, dentro de un actuar prudente, contradiga dicho pronunciamiento. El de su Corte Constitucional.

He puesto “sobre la mesa” estos hechos, para relacionar el dudoso efecto de la indicada resolución, con lo ocurrido meses atrás en la vecina Colombia, concretamente con dos decisiones de su muy respetable Corte Constitucional. Tan respetable, que las FARC nunca han atentado contra los miembros de esa Corte, según me confió un ex magistrado.

La primera, una sentencia del mes de febrero, que declaró inexequible (que no se puede llevar a efecto por inconstitucional) una ley del Congreso, que pretendía convocar un referendo para aprobar un proyecto de reforma constitucional, que hubiera permitido la reelección del ex presidente Uribe; y, la segunda, del mes de agosto, que declaró sin efecto legal un convenio complementario de cooperación, asistencia técnica en defensa y seguridad celebrado con Estados Unidos. En esta última dispuso que el entonces Presidente cumpla el trámite de aprobación previsto para los tratados, que se obvió por considerárselo “acuerdo simplificado” y no un tratado internacional.

En ambos casos Uribe acató los pronunciamientos. Dio muestras claras de respeto al ordenamiento constituido y a la independencia del control constitucional. Pero claro, Colombia siempre se ha distinguido por su seguridad jurídica, no obstante las debilidades atinentes a la inseguridad personal, propiciada principalmente por grupos armados.

Según autorizados analistas, la fortaleza del sistema democrático colombiano y razón de que no haya sucumbido por el embate del tráfico de drogas y de las FARC, en gran medida se debe a la seguridad jurídica, al pago puntual de su deuda y al equilibrio de poderes. Por ello Colombia tiene acceso a líneas de crédito de diferentes orígenes a escoger. Es imán para la inversión extranjera y turismo. La visión del mundo sobre Colombia es positiva. La propaganda del Ministerio de Turismo colombiano que se transmite en CNN capitaliza esa nueva visión, así: “…Visita Colombia, el riesgo es que te quieras quedar…”.

Nota para la Corte Constitucional: Han transcurrido 17 meses y no se pronuncian sobre la inconstitucionalidad de la Ley de Radio y Televisión, y su Reglamento. Siguen incumpliendo los plazos máximos de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales.

*Publicado en el Diario El Universo, viernes 17 de septiembre del 2010

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