viernes, 10 de abril de 2015

¡Cómo es cruel la incertidumbre!

Jorge G. Alvear Macías



No me refiero al bolero, sino a las últimas declaraciones del presidente: su intención de eliminar el aporte estatal (40%) previsto para sostener las jubilaciones.
Aseveró: “… el IESS es el mayor ahorrador del país... le sobra plata, no le falta: 1.100 millones de dólares anuales se le da en subsidio que no necesita”. Que el “Estado central no le debe un centavo al IESS”. Que “les han ido a decir a los jubilados que se les va a rebajar 40% de sus pensiones, eso es mentira. No se va a rebajar un centavo, se va a eliminar esa obligación absurda de subsidiar las pensiones”.
Ciertos estudios del IESS advierten que sin tales recursos estatales, el futuro de los jubilados será crítico. Afiliados, empleadores y jubilados deberán cubrir el hueco del aporte estatal. Sin ese aporte, los ahorros del IESS (7.000 millones de dólares aproximadamente) solo alcanzarían para pensiones de los próximos 12 años. En el 2053, el déficit sería de USD 70.000 millones.
Uno de esos estudios propone medidas compensatorias para la eventual eliminación del aporte estatal. Una es reducir el monto de pensiones de los futuros jubilados. Otra, cambiar el actual mecanismo de incremento anual de pensiones para quienes menos ganan y limitarlo al 7%. En el 2013, la consultora Actuaria advirtió que dicho aporte es vital para el pago de pensiones y que el Fondo de Salud para atenciones médicas será deficitario en USD 2.613,1 millones en 5 años. ¿Cómo es entonces que le sobra dinero al IESS?
Hay incertidumbre ante el anuncio de que el Estado no pagará al IESS más de USD 1.700 millones por atenciones médicas a jubilados y afiliados con enfermedades catastróficas. La Contraloría señaló que ese impago ocasionó que “el IESS no recupere valores que le permitan mejorar la inversión en salud”.
La intención de no pagar la deuda al IESS sorprende y golpea la recta conciencia. En un acta compromiso, el entonces candidato Rafael Correa se comprometió con los jubilados a pagar dicha deuda de llegar a la Presidencia.

Este nuevo motivo de incertidumbre empezó con la extensión de coberturas de la seguridad social, sin respaldo financiero. Sumándose a la generada con las proyecciones poblacionales. Ecuador tenía 15,5 millones de habitantes en el 2012; en el 2050 habrá 23,4 millones. Es que el 2030 no garantizará el reemplazo generacional; las mujeres tendrán menos de dos hijos. La población envejecerá y la esperanza de vida crecerá. Mientras que en el 2010 fue de 75 años en promedio, en el 2050 será de 80,5 años. Más tiempo de pago de pensiones.

Suecia, para mantener las pensiones jubilares, ahorra el 2% anual de su PIB. Con ese excedente afrontará los cambios de las pensiones, derivados del aumento de la esperanza de vida e incremento de jubilados. Además, desde los años sesenta cuenta con un fondo garantizado. Su legislación permite invertir en el extranjero y en acciones de mercado de renta variable.
Sin duda, el inconstitucional proyecto para cercenar aportes estatales; y, el impago de la deuda, perjudicarán a las nuevas generaciones de jubilados, incluida la gobernante. Hay tiempo para rectificar… “Más vale una vez morado que ciento colorado”, dice el refrán. 

*Publicado originalmente en el Diario El Universo, el día viernes 10 de abril del 2015.

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