viernes, 23 de febrero de 2018

Frontera vulnerable

Jorge G. Alvear Macías
Finalmente han hecho presencia las consecuencias del descontrol en la frontera compartida con Colombia. Un área territorial principalmente colombiana, dominada por bandas criminales, narcotraficantes, disidentes de las FARC que se mantienen en el negocio de la droga; y, además, los elementos insurgentes del ELN que desafían y presionan al Estado vecino para buscar un acuerdo –que se mediaba en Ecuador–, cuando las negociaciones para terminar el conflicto se han suspendido.
Lo anterior ha incrementado la inseguridad en ambos lados de la frontera colombo-ecuatoriana y no pareciera que las iniciativas gubernamentales se desarrollan de acuerdo a los consejos de los expertos. Algo sumamente preocupante, pues denota que las cosas pueden empeorar para los intereses ecuatorianos. No solo por los ataques terroristas acaecidos recientemente sino por los que se prevén, cuando nos inmiscuyamos militarmente en el conflicto colombiano, luego de los acuerdos alcanzados entre los presidentes de ambos países para conformar una fuerza de tarea conjunta binacional.
Según declaración del general (r) Oswaldo Jarrín, hemos vivido una cadena de errores a la que se suma la reciente década de pésima conducción política exterior, relacionada con la defensa del país frente al conflicto colombiano. LÉA MÁS:
*Publicado previamente en el Diario El Universo, el día viernes 23 de febrero del 2018.

viernes, 16 de febrero de 2018

¡No proteja a Maduro!


 Jorge G. Alvear Macías
@jorgalve             jorgalve@yahoo.com
En circunstancias en que los derechos humanos de miles de venezolanos están vulnerados por un gobierno que además de corrupto es inepto para resolver los problemas acuciantes de las mayorías, la solidaridad debe ir más allá del repudio a la participación del dictador Nicolás Maduro en la cumbre de líderes continentales. La declaración del Grupo de Lima no es suficiente. Los líderes del mundo deben adoptar medidas concretas para el retorno de la democracia a Venezuela. Propongo que las Naciones Unidas intervengan ya. El grave padecimiento de los venezolanos no se resuelve con declaraciones medio vacías. Qué más evidencia de la gravedad que la fuga de miles por fronteras colombianas y el tránsito de muchos por nuestro territorio hacia el Perú y Chile, buscando comida, libertad y seguridad.
No es de recibo que la canciller María Fernanda Espinosa no vea (o no quiera ver) lo señalado por su colega canadiense –Chrystia Freeland– respecto de Nicolás Maduro: “Su régimen está cometiendo abusos contra los derechos humanos y rechaza permitir la ayuda humanitaria que es necesaria para el pueblo de Venezuela” haciendo notar, además, que el déspota ha demostrado un flagrante desprecio por la democracia, la piedra angular de  la Declaración  de Québec firmada por Venezuela en  el 2001. LÉA MÁS: 
*Publicado originalmente en el diario El Universo, el día viernes 16 de febrero del 2018

viernes, 9 de febrero de 2018

Ladridos a la luna

Jorge G. Alvear Macías
El presidente Moreno debe aceptar que Julian Assange representa una carga insostenible de daño permanente para la imagen del Ecuador y la búsqueda de inversión extranjera. El inversionista de largo plazo siempre huye de los sistemas tramposos o poco serios; solamente los audaces y dispuestos a negociar con autoridades corruptas toman el riesgo de despreciar la prudencia y navegar en aguas intranquilas. Cada desacierto oficial en el affair Assange perjudica las relaciones internacionales. Ya no más triquiñuelas e intentos de sorprender a las autoridades británicas (como incluir al australiano en la lista de nuestra misión diplomática). La contraparte británica ha sido leal y paciente.
La Cancillería debe abandonar el lado equivocado del argumento, más aún si su contraparte se posicionó en el lado correcto. Es de esperar que los británicos cuiden mejor la vida de Assange, si acaso estuviere en peligro. Además, es su responsabilidad.
Tomado del Diario El Universo,
edición del 8 de febrero del 2018
Más vale una vez morado que ciento colorado, reza el dicho. Hay que considerar, en el camino de la rectificación, anular la naturalización de Assange (quien nunca ha pisado territorio ecuatoriano y nos ha considerado un país insignificante). Hay suficiente fundamento para anular su carta de naturalización, en las previsiones del art. 81 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana (“…ocultación de hechos relevantes, documentos falsos o el cometimiento de fraude a la ley en el procedimiento de concesión…”) y estamos a tiempo para hacerlo. LÉA MÁS: 
*Publicado originalmente en el diario EL Universo el día viernes 9 de febrero del 2018

viernes, 2 de febrero de 2018

Terrorismo, narcotráfico y huevos

Jorge G. Alvear Macías


Ha llamado la atención que el pueblo de Quinindé recibió con una lluvia de huevos a Rafael Correa. Podría explicarse como un rechazo al abandono de los poderes del Estado, en desmedro de la seguridad ciudadana que se inició en su gobierno y se ha evidenciado con el atentado terrorista en San Lorenzo. Algo inédito en la historia del país y, sin duda, consecuencia de la política antiimperialista grotescamente sesgada, que benefició a China y eliminó la contención a los grupos guerrilleros y narcotraficantes colombianos.
Hasta el 2009 operó el Puesto de Operaciones Avanzadas (FOL) en la base de Manta. Desde entonces, si bien las autoridades nacionales asumieron el “pleno control” de lo que fue un pequeño pero importante enclave estadounidense, dentro de instalaciones militares ecuatorianas, no es menos cierto que se afectó gravemente la concepción del esquema de seguridad vigente. La Constitución de Montecristi impidió la renegociación del convenio suscrito con EE.UU. en 1999. Un “gran triunfo” de sectores de izquierda y de grupos defensores de derechos humanos; algunos conscientes y otros miopes ante las consecuencias que se veían venir; algunos aparentemente relacionados con los beneficiados del negocio de la droga y de la narcopolítica, que fuera denunciada luego del bombardeo del campamento de las FARC en territorio nacional (Angostura) por la Fuerza Aérea colombiana.
Con el cierre del FOL en Manta casi desapareció la detección, control y rastreo de aeronaves dedicadas a las actividades relacionadas con el narcotráfico. Tales operaciones de vigilancia se trasladaron a Colombia, e incidieron en la lucha antiguerrillas y contra el narcotráfico, sobre la base de un acuerdo entre EE.UU. y Colombia. LÉA MÁShttps://www.eluniverso.com/opinion/2018/02/02/nota/6595330/terrorismo-narcotrafico-huevos
*Publicado originalmente en el diario El Universo el día viernes 2 de febrero del 2018.