FOTO: ÁLVARO DURÁN |
Jorge G. Alvear Macías
Muchas personas, entre las que me incluyo, piensan que nos acercamos a
unos sufragios que lejos de generarnos confianza, amenazan celebrarse
en medio de la burda trampa y la conflictividad.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) –llamado a garantizarnos un
sistema electoral limpio– y otras autoridades ajenas a la función
electoral han coadyuvado en la pérdida de confianza.
Caminamos en una dirección en la que los miembros del CNE (por acción
u omisión) no nos demuestran imparcialidad, honestidad e independencia;
ni apertura a las recomendaciones para mejorar el proceso eleccionario.
No se percibe prudencia, responsabilidad ni patriotismo. No evidencian
intención de corregir las graves irregularidades del proceso
denunciadas públicamente, ni estar proclives a construir algo de
confianza ciudadana; tanto que ni siquiera han revelado el resultado del
conteo rápido efectuado por la Escuela Politécnica Nacional el reciente
domingo 19 de febrero. Recordemos que esa Universidad fue contratada
por el CNE por un monto de 88.329 dólares para hacer el conteo rápido en
la primera vuelta y 4.931 dólares para la segunda vuelta. Así, la
declaratoria del ganador en la primera vuelta resultó de dudosa
legitimidad.
LÉA MÁS: http://www.eluniverso.com/opinion/2017/03/10/nota/6081598/garabato-democracia
*Publicado originalmente en el diario El Universo, el día viernes 10 de marzo del 2017.
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