viernes, 25 de marzo de 2016

Viernes de reflexión

Jorge G. Alvear Macías


Hoy es especial oportunidad para reflexionar sobre las vivencias propias y ajenas, sobre las que nos asignan las realidades del Ecuador y del mundo. Aquí y allá hay dramas que giran alrededor de la incomprensión o intolerancia política, cultural y religiosa. De las diferencias que no se aceptan, de las ópticas no compartidas, de los caminos que no queremos transitar pero nos imponen y apenas nos permiten expresarlo.

Sucede aquí, en EE. UU., Cuba, Venezuela, Colombia, Argentina, Brasil, Bolivia, Bélgica, Francia, España, Egipto, Arabia Saudita, Siria, Irán, Irak y otros países de una larga lista. En unos casos la tragedia de la incomprensión se presenta con víctimas mortales del terrorismo sanguinario y, en otros, la opresión a la divergencia se ejecuta con cárcel.

Ayer, mientras en La Habana agentes del Estado apresaban a dos ciudadanos que irrumpieron el espacio de una transmisión deportiva de ESPN, por gritar “¡abajo los Castro!”, al otro lado del Atlántico, en Bruselas, jóvenes militantes del Estado Islámico masacraron –usando potentes explosivos– a inocentes ciudadanos en un aeropuerto y en una estación del metro próxima al Parlamento Europeo, dejando cientos de heridos. Todo esto en un aparente plan preparado con ocasión de la gran movilización de gente en Semana Santa. Parece que los agresores fueron los mismos que organizaron los atentados de París en noviembre del 2015.

Dentro de la información a que accedí hay indicios que sitúan a la población joven como brazos ejecutores del monstruo de la intolerancia. La mayor militancia del Estado Islámico –de origen europeo– es ubicada en Bélgica, un núcleo de origen musulmán frustrado por el desempleo e imposibilidad de alcanzar un futuro promisorio en esta vida terrenal. La CNN entrevistó a una madre musulmana que lo explicó mientras mostraba la fotografía de su joven hijo en Siria y con equipo militar.
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 *Publicado originalmente en el Diario El Universo, el día viernes 25 de marzo del 2016


 

viernes, 18 de marzo de 2016

La queja de Gastón

Jorge G. Alvear Macías


Les comparto el e-mail de un lector de Imbabura, cuyo drama sin duda viven otros miembros de la sociedad ecuatoriana:
“…Buenos días, don Jorge, espero que todo esté muy bien en su entorno, un poco de información o de charla muy necesaria para evaporar reñidos sentimientos, que taponan la esperanza y ese buen vivir que cacarean los que ya sabemos.
“Con mucho esfuerzo adquirí un vehículo de segunda mano hace ya doce años (…) un [auto] 1994 (…) todavía lo conservo pues es mi herramienta de trabajo y de paseo hasta que hace cinco años adquirí, mediante un crédito, un 4x4 del 2001, de segunda mano también. Era y es el carro de mis sueños, no quiero otro porque ya no tengo las fuerzas necesarias para endeudarme, y con la situación del país solo un loco o trasnochado correría ese riesgo. Por matrícula anual + SOAT yo pagaba (…) 140 dólares, cifra elevadísima para nuestro medio y economía, pero como es mi capricho lo hacía. Este año, don Jorge, tengo que pagar 260 dólares, por el impuesto verde + SOAT + comisión provincial, etc. Primero, (…) mi carro no contamina (…) lo tengo bien afinado [y lo uso] solo para paseos extremos. Si hablamos de proteger el medio ambiente y a escondidas venden el parque del Yasuní, en precios que hasta el sol de hoy día no sabemos, ¿no es esto una doble moral? ¿Para qué me sirven las carreteras más lindas y caras del mundo [si no puedo conservar mi vehículo]? [Es que jamás] cruzaré de nuevo por Ambato [me aplicaron] dos fotomultas por radar, iba a la escalofriante velocidad de 50,08 km/h en la una y en la otra [a] 51,5 km/h. Resultado: 760 dólares de multas (…). No puedo pagarlas, y con lágrimas en los ojos he puesto mi carro en venta, no veo otra solución, salvo que Correa me contrate para gerente de Solca, ya que le está pidiendo [a] esta institución [que le pasen las instalaciones al Estado ante el reclamo del dinero que el Gobierno les debe]. SIGA LEYENDO AQUÍ:      http://www.eluniverso.com/opinion/2016/03/18/nota/5471337/queja-gaston

viernes, 11 de marzo de 2016

Quien roba al Estado…

Jorge G. Alvear Macías


Muy complicado para Luiz Inácio Lula da Silva e incómodo para sus seguidores dentro y fuera de Brasil se presenta el futuro político, luego de ser llevado por la Policía a declarar en una investigación por corrupción. Él decidió enfrentar con discursos de tarima las gravísimas acusaciones de deshonestidad, mientras sus abogados lo defienden en los tribunales.
Lula ha dicho “que presentará batalla desde las calles a quienes quieran derrotarlo”, vestido de rojo y con la estrella de su partido en el pecho, y hasta soltó lágrimas mientras recordaba los logros sociales de su mandato, intentando tal vez que la gratitud popular influya en el ánimo de la Justicia. El Gobierno brasileño lo estaría apoyando.
Los abogados de Lula desestiman la imputación de ocultamiento de patrimonio y sostienen que el fiscal está impedido de acusarlo. Además prejuzgó antes de oírlo. Que Lula le presentó los documentos que desvirtuarían ser propietario de los inmuebles supuestamente ocultados.
La Fiscalía de Sao Paulo concretamente acusa a Lula de ocultar un lujoso departamento frente al mar de 215 metros cuadrados. La propiedad consta registrada a nombre de una empresa constructora, beneficiada con contratos del Estado que distribuyó sobornos para adjudicárselos. Se sospecha que el departamento es parte de los sobornos, pues la Fiscalía tiene información de que el expresidente y socio de la compañía constructora (a la fecha condenado a 16 años de prisión por soborno en el caso Lava Jato) entregó las llaves del departamento en persona a Lula. Ese empresario fue identificado como muy próximo a Lula y al resto de los políticos de Brasilia. Hoy, ha aceptado colaborar con la Justicia, declarando todo lo que sabe, a cambio de una posible reducción de pena.
La acusación incluye a la mujer de Lula, Marisa Leticia, y a su hijo mayor, Fabio Luis, y se sospecha del ocultamiento de otra propiedad. Y otros delitos: estafa, falsedad ideológica, asociación ilícita y lavado. SIGA LEYENDO: http://www.eluniverso.com/opinion/2016/03/11/nota/5456061/quien-roba-estado
*Publicado originalmente en el Diario El Universo el día viernes 11 de marzo del 2016

viernes, 4 de marzo de 2016

Primero Solca

Jorge G. Alvear Macías


A la preocupación de los familiares de pacientes de Solca y de los directivos de la institución debería sumarse la de los funcionarios públicos responsables por la falta de entrega oportuna de las transferencias de la recaudación del 0,5% del impuesto a las operaciones de crédito, que es una de las dos fuentes de financiamiento de tan importantísimo centro para el tratamiento del cáncer. Situación que obligaría al señor contralor a verificar si existen otras responsabilidades que trascienden el campo de lo administrativo.

Expreso lo anterior porque el Código Orgánico Integral Penal (art. 298) también señala sanción para la “falta de entrega deliberada, total o parcial, por parte de los agentes de retención o percepción de los impuestos retenidos o percibidos, después de diez días de vencido el plazo establecido en la norma para hacerlo” y además porque la misma norma complementa que en los casos en los que el agente de retención o de percepción sea una institución del Estado, el funcionario encargado de la entrega de los impuestos percibidos, además de la pena privativa de libertad por la defraudación y sin perjuicio de que se configure un delito más grave (¿peculado?), debe ser destituido.

Sobre las implicaciones que comportan las conductas de ciertos funcionarios públicos que han dispuesto para otros usos, dineros con fines específicos, conviene revisar el ilustrativo artículo de Daniel Kury: ‘Algunas observaciones sobre el peculado y el IESS’, publicado por EL UNIVERSO el 20 de febrero de este año. Ahí, Kury advierte (advertencia que tomaría para mí si yo fuese ministro de Finanzas o director del IESS): “…hay conductas que, aparentemente, fueron destipificadas, pero que, sin embargo, lo que sucedió es que perdieron su especialidad para convertirse en parte de un delito general…”. SIGA LEYENDO AQUÍ: http://www.eluniverso.com/opinion/2016/03/04/nota/5442129/primero-solca