viernes, 9 de diciembre de 2016

Más distracciones…

Jorge G. Alvear Macías 


El Banco Central del Ecuador (BCE) recibe depósitos de dineros de terceros, entre estos, los de la banca privada (de sus clientes).
El reciente incremento del encaje bancario (del 2% al 5%) dispuesto por la Junta Monetaria –también depositado en el BCE– representa aproximadamente 750 millones de dólares, valor que el BCE no podría invertirlo en bonos del Estado por impedírselo disposiciones constitucionales y legales; esto además fue ratificado por el ministro Patricio Rivera en una entrevista televisada. Así se despejaría en algo el temor de que la inoportuna medida (en esta recesión económica y baja inflación) sea el preámbulo para comprar bonos por montos entre 500 y 1.000 millones de dólares, recursos que se utilizarían para el gasto público deficitario tan demandante en diciembre.
Sin embargo, ante la inseguridad jurídica, la desconfianza sigue latente, pues si ocurriera tal indebida operación y coincidiera con situaciones emergentes del sistema bancario, el BCE no podría devolver inmediatamente esos recursos. Para colmar la inquietud el gerente del BCE, Diego Martínez, ha intentado explicar que las recientes resoluciones de la Junta Monetaria que elevaron el encaje bancario tuvieron el propósito de obligar a la banca privada a entregar créditos, “así no haya demanda de los clientes” (¿cómo es eso posible?). Se entiende que la medida del “encaje” supone un congelamiento de un monto de dinero, que también impide prestarlo. LÉA MÁS :
*Publicado originalmente en el diario El Universo el día viernes 9 de diciembre del 2016.

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