viernes, 29 de julio de 2016

‘Alá es grande’

Jorge G. Alvear Macías

@jorgalve 

jorgalve@yahoo.com



La violencia del yihadismo tiene actores diversos, unos organizados con estructura y otros que operan como células. Su objetivo es generar conmoción social, causar miedo, división entre musulmanes y otras confesiones, principalmente. También dificulta la convivencia, debilita el orden en sociedades con vocación democrática. Los fanáticos entienden que los atentados atraen la cobertura mundial de los medios de comunicación y así logran los efectos buscados.
La mayoría de las víctimas del terrorismo se han causado en países islámicos. Pero desde la destrucción de las Torres Gemelas en Nueva York, los efectos se han extendido a más países, como Rusia, Francia, Alemania y Bélgica.
Ha creado confusión en Alemania. Recientemente, un atentado que comento más adelante, fue atribuido erróneamente al yihadismo. De ahí que las autoridades sean más cautas en sus declaraciones, incluso cuando hay indicios. Lo cierto es que en los últimos once días, tres de los atentados se atribuyen al Estado Islámico.
El 18 de julio un refugiado afgano, de 17 años, atacó a pasajeros en un tren, con un hacha en una mano y un cuchillo en otra. Al abalanzarse contra las víctimas, gritaba: “Alá es el más grande”. Había llegado a Alemania como solicitante de asilo, vivía con una familia de acogida en Ochsenfurt, localidad de Bavaria y tenía una bandera del Estado Islámico en su habitación.
El 22 de julio un alemán de 18 años, de origen iraní, mató a 9 personas e hirió a otras 39 en un centro comercial de Múnich. sufría fobia social y estaba bajo tratamiento psiquiátrico, pudo estar motivado por los ataques xenofóbicos y el bullying que recibía.

El 24 de julio, en Reutlingen, un refugiado sirio mató a una mujer embarazada con un machete e hirió a otras dos personas. Ese mismo día en Ansbach, a 150 kilómetros, un sirio detonó una mochila con explosivos, murió él e hirió a 12 personas; previamente grabó un video dirigido al líder del Estado Islámico y expresó la intención de vengar la muerte de musulmanes. La organización reivindicó el ataque y dijo que aquel era uno de sus “soldados”.
En Francia la situación no es diferente, luego de la masacre de 84 personas en Niza. Su gente está horrorizada. Y a esto se suma el cruel y cobarde asesinato de un sacerdote de 86 años, el martes pasado en una iglesia de la región de Normandía. Dos yihadistas lo degollaron, antes lo obligaron a arrodillarse y filmaron la escena.

Cuando ellos salieron del templo, gritaron: Allah Akbar (Alá es grande). El día anterior, un hombre había sido detenido por gritar en una playa de Normandía: “Alá es grande” y “os voy a matar a todos”.
La expresión “Alá es grande” se utiliza al comienzo del rezo islámico y se repite en cada etapa. También es utilizada por los musulmanes como exclamación informal y expresión formal de fe.
Los líderes del islam en Francia han pedido a los fieles asistir este domingo a las iglesias católicas francesas, para expresar “solidaridad y compasión”, tras el “cobarde asesinato” del sacerdote. Sería un gran mensaje de tolerancia, si los musulmanes del mundo siguieran ese ejemplo.
*Publicado originalmente en el diario El Universo el día viernes 29 de julio del 2016.

No hay comentarios: