viernes, 1 de enero de 2016

¡Ay, Samper!

Jorge G. Alvear Macías


En declaraciones publicadas por EL UNIVERSO y medios extranjeros, el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, afirmó que los cambios políticos en Argentina y Venezuela responden al “giro normal” en un sistema democrático y que no hay confrontación ideológica en la región. Dichos simplistas que no disimulan su desazón, a pesar del lenguaje diplomático.
Es comprensible que no desee incomodar a quienes lo designaron, más su malquerencia hacia la prensa parece un rezago por la estigmatización cuando fue acusado de recibir aportación non sancta en su campaña presidencial. Estima en estos cambios políticos, el “aparecimiento y la consolidación de unos poderes fácticos” que –según él– son actores políticos que hacen política sin responsabilidad política; y además tilda a “algunos medios y grupos de comunicación” y ONG de actuar en función de intereses particulares. Lo cierto es que el periodismo independiente y las organizaciones de derechos humanos, ayudaron a la ventilación de la pestilente corrupción en Venezuela y Argentina; y permitieron nuevos vientos de libertad y transparencia.
El “giro normal” que adujo, al menos en Venezuela, no es tal. Los partidos de oposición –pese al reducido espacio democrático–, capitalizaron el rechazo a un gobierno autoritario de apariencia democrática, violento y generador de violencia, con sospechas de vinculación al narcotráfico, transgresor de derechos humanos y destructor de la economía y la seguridad ciudadana (27.875 homicidios en el 2015), que ha utilizado propaganda distorsionadora y alucinante, copiada del nazismo. SIGA LEYENDO:

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