domingo, 25 de octubre de 2015

¡Ganar como sea!

Jorge G. Alvear Macías



En el Estado autocrático sin separación de poderes, toda arbitrariedad es posible. Así comentó un colega venezolano cuando le pregunté si habrá comicios en su país el próximo diciembre. Esto, luego de que Maduro prorrogó el estado de excepción por 60 días más (cierta oposición teme que se suspendan las elecciones).
Es que la semana pasada el presidente Maduro expresó: “Tenemos que ganar las elecciones como sea… ustedes me entienden”. En alusión a las votaciones del próximo 6 de diciembre. Lo dijo en su enlace de televisión En contacto con Maduro y aprovechó para acusar a “la derecha” de promover violencia “saboteando el sistema eléctrico con bombas” e “incrementando o intentando incrementar los asesinatos sin sentido de paramilitares”.
Maduro también afirmó sobre posibles planes desestabilizadores de partidos de oposición. Los cuestionó por no querer firmar un acuerdo de respeto a los resultados electorales que propuso el oficialismo y aprobó el Consejo Nacional Electoral (CNE). La oposición anticipó que no firmará el acuerdo, pero sí respetará los resultados electorales y “los hará respetar”.
Resulta comprensible el temor a la suspensión electoral, por la extensión del estado de excepción decretado en agosto pasado. El estado de excepción permite suspender garantías constitucionales –entre ellas la del derecho de reunión– y por tanto afectará la campaña electoral, incluida la jornada de votación de la ciudadanía. Además, Maduro podría utilizar el estado de excepción para intentar justificar la suspensión de las elecciones parlamentarias.
La prórroga del estado de excepción continuará hasta el 21 de diciembre. La disidencia lo calificó de inadecuado, extemporáneo y para distraer la incapacidad del Gobierno para resolver la tragedia socioeconómica y la inseguridad ciudadana. Venezuela tiene una inflación de casi tres dígitos, una aterradora escasez y duros controles de precios y divisas.

Los sectores no oficialistas han pedido que intervengan la OEA, Unasur, el Vaticano y toda la comunidad internacional, pues el decreto de Maduro está considerado como la vía para evitar su derrota inminente y segura. Ya se han producido en el contexto del estado de excepción operativos militares casa por casa en la frontera en busca de “paramilitares y contrabandistas”, y detenciones masivas y arbitrarias en otras regiones distantes a ella.
Sin embargo, la advertencia de Maduro de que el chavismo tiene que ganar como sea y que respetará los resultados abre la posibilidad de que las elecciones no se suspendan. Más bien parece que el estado de excepción es parte del plan que Maduro ha explicado paladinamente de “ganar las elecciones como sea… ustedes me entienden”.
Así, Venezuela necesita de observadores electorales profesionales e imparciales en las próximas elecciones, algo muy difícil de lograr por el desinterés de la mayoría de gobernantes latinoamericanos, que pudieren interceder con Maduro para que respeten los derechos democráticos. Serán corresponsables si se producen resultados electorales oscuros o controvertidos. Probablemente piensan que si el chavismo pierde las elecciones parlamentarias, podría colapsar el proyecto revolucionario de Hugo Chávez y el de los seguidores en la región.
Empero, hasta llegar a las elecciones, la impopularidad de Maduro podría incrementarse e imposibilitarle realizar un fraude. Aún tendría el “plan B” de la suspensión de comicios. Mientras tanto, buscará ganarlos como sea… “ustedes me entienden”.

*Publicado originalmente en el Diario El Universo, el día viernes 23 de octubre del 2015.
ENLACE CORTO

No hay comentarios: