viernes, 17 de abril de 2015

Decir la verdad, cumplir contratos y la palabra

Jorge G. Alvear Macías


Representación de la vida miserable
Sin duda vivimos tiempos de “involución ciudadana” como se comenta en las redes sociales, y creo que todo empezó cuando en la Constitución de Montecristi se eliminó una norma que preveía la Constitución de 1998: “Todos los ciudadanos tendrán los siguientes deberes y responsabilidades, sin perjuicio de otros previstos en esta Constitución y la ley: (…) 8. Decir la verdad, cumplir los contratos y mantener la palabra empeñada” (art. 97: 8).
Es que no se dice la verdad cuando desde las esferas oficiales se insiste en que el IESS tiene superávit, “que le sobra el dinero”. Marco Proaño Maya y Carmen Corral así lo expresaron en radio Democracia. El exlegislador hizo notar que el Fondo del Seguro de Salud, Individual y Familiar que administra esa institución tendrá un déficit de caja de $ 964 millones en este 2015. También comentó que el Fondo de Pensiones este año tendrá $ 339 millones de déficit. En conclusión, los fondos más importantes que administra el IESS son deficitarios, dijo. La doctora Corral coincidió con ello y además concretó que el déficit actuarial del IESS es de algo más de $ 5.000 millones al 2015. Se ha configurado el “feriado de la seguridad social”.
(* Significados de la RAE)
Son tiempos en que no se cumplen los contratos, en especial el más importante: el contrato social, que es en definitiva la Constitución y lo hemos visto desde los inicios de su vigencia. En lo que atañe al IESS, recordemos que se obligó a la institución a comprar bonos del Estado, lo cual fue publicitado como inversión “segura y rentable”. En la primera compra no se observaron las prescripciones expresas de la Carta Magna para la inversión de los dineros de los afiliados. Es decir, no se canalizó la operación a través de una institución financiera de propiedad del IESS. Esa institución no existía al momento de la compra de los bonos, aun cuando corría el plazo para que el ‘Congresillo’ –entonces presidido por Fernando Cordero–, expidiera la ley de su necesaria creación, según lo prevé la Disposición Transitoria Vigésimo Tercera de la Constitución. Además, el artículo 372 de la Constitución prohíbe a cualquier institución del Estado intervenir o disponer de los fondos y reservas del IESS, o menoscabar su patrimonio, precisando que “los fondos y reservas del seguro universal obligatorio serán propios y distintos de los del fisco, y servirán para cumplir de forma adecuada los fines de su creación y sus funciones”. La obligada compra de los bonos era una forma de disposición del Gobierno central de los fondos del IESS.

Son tiempos en que no se cumple la palabra empeñada en un acta firmada con la Confederación de Jubilados del Ecuador. Ciertos asambleístas oficialistas incumplen su plan de trabajo. Nunca advirtieron que reformarían la Ley de Seguridad Social para suprimir el aporte obligatorio del Estado, que sigue siendo necesario para pagar las pensiones jubilares y menos que desconocerían otras obligaciones dinerarias del Estado ($ 1.870 millones según estimaciones actualizadas) por atenciones médicas a jubilados y afiliados con enfermedades catastróficas.

Decir la verdad, cumplir los contratos y mantener la palabra empeñada no es compatible con la Revolución Ciudadana.

*Publicado originalmente en el Diario El Universo, el día viernes 17 de abril del 2015.

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