Jorge G. Alvear Macías
Aunque pueda significar un mensaje en botella lanzada al mar, es necesario repetirlo. Hay que recuperar la parte noble de la política y anteponer –como corresponde– los principios éticos y jurídicos sobre los propósitos u objetivos políticos de dominación. El fin no justifica los medios, aunque hayamos escuchado lo contrario. Aplicar el cinismo de Machiavello solo acumulará vientos de revancha y traerá más deterioro a la institucionalidad.
La Corte Constitucional, que indicará el procedimiento a seguir para el trámite de las reformas a la Constitución que pretende Alianza PAIS, debe señalar opciones jurídicas claras y consecuentes con los precedentes que existen. Así, tiene que acatar sus propias reglas y jurisprudencia para defender y consolidar la supremacía de la Constitución.
Por lo anterior, la Corte no podrá soslayar su dictamen que dio paso al referéndum del año 2011, que estableció: la prohibición de salas de juego y la muerte de los animales en las corridas de toros y en las peleas de gallos, permitió “la metida de mano en la justicia” y la regulación de la información (contrariando el Pacto de San José), entre otras materias.