sábado, 19 de abril de 2014

Hijo de Dios

Jorge G. Alvear Macías


Es una producción cinematográfica que ya se exhibe en el país. Las notas de prensa refieren que la película rememora la vida pública de Jesús desde su nacimiento hasta su resurrección. Se ha explicado que la película es parte de la miniserie La Biblia, que fue producida para History Channel.
Algunos líderes cristianos, en Estados Unidos, donde se estrenó en febrero pasado, consideran que la cinta es un relato apegado a la Biblia, aunque también hay críticos no religiosos que han elogiado su alto grado de veracidad.
En una reseña publicada en el periódico Tampa Bay Times, se informó que el guion fue elaborado por cuatro escritores en sesiones separadas, con la asesoría de numerosos teólogos y ministros.
Tuve la oportunidad de revisar un par de videos en internet y también uno que otro comentario, de quienes ya vieron el filme, para informarme sobre el contenido.
Así pude enterarme que esta nueva versión de la vida de Jesús fue rodada en Marruecos, está protagonizada por un actor portugués; que los productores seleccionaron las escenas bíblicas que muestran con más claridad que Jesús es el Hijo de Dios; y, que el director pretendió mostrar, entre otros aspectos importantes, al hombre que convivió con los humanos en la tierra.

Esa convivencia apareció cuando vi el tráiler de la película. En la escena en que Simón, encontrándose en su barca, sacó la red del lago y contrariado gruñó: “¡no hay peces aquí!”. Fue cuando Jesús, sentado en la proa, introdujo su mano en el agua y la movió como haciendo un círculo. En el siguiente intento, la red del pescador estaba repleta de peces. Asombrado le preguntó al Mesías: ¿Qué fue lo que pasó? Jesús le dijo: “Ven conmigo… vamos a cambiar el mundo”. Pensé, ¡vaya que lo cambiaron!, aunque la tarea no se haya terminado, pero claro, tal vez estaba así previsto, para que continúen quienes vengan después. En todo caso, el plan no ha perdido valor y menos actualidad. Están para recordarlo, entre otras cosas, la desigualdad, la pobreza, la incomprensión y el destierro a causa de ideas o de la religión.
El destierro de seres humanos en estos tiempos no nos moviliza, especialmente a los gobiernos. Por ejemplo, el desplazamiento de los ciudadanos sirios refugiados en Jordania, muchísimos de ellos cristianos, según información de la Agencia Caritas de Jordania. Ellos se “preparan para vivir una Pascua marcada por el desánimo y el cansancio espiritual”. En medio de su desaliento y resignación, esperan reunirse con el papa Francisco, quien recientemente dijo que la dictadura del pensamiento único mata la libertad de los pueblos. Siguiendo ese concepto, podría afirmarse que ese tipo de dictadura, tiene íntima relación con las causas que han provocado los dolorosos desplazamientos del pueblo sirio.
Por lo anterior, tampoco resulta exagerado, que el papa vea en el pensamiento único, equivalencia con la dictadura de aquella gente que toma las piedras para lapidar la libertad de los pueblos, la libertad de las conciencias. En esa situación están quienes persiguen la disidencia en Siria, Cuba, Venezuela, Ecuador y en cualquier lado, digo yo. “Y hoy Jesús es crucificado otra vez”, el Hijo de Dios.
*Publicado originalmente en el diario El Universo, el viernes 18 de abril del 2014.

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