viernes, 17 de enero de 2014

‘Caricaturas blasfemas’

Jorge G. Alvear Macías

@jorgalve



Así las calificó el presidente Musharraf de Pakistán a unas viñetas del profeta del Islam, divulgadas en un diario de Dinamarca, en el 2006.
Xavier Bonilla (Bonil)
Lo anterior vino a mi mente con el anuncio del caricaturista Bonil, de que la Superintendencia de Información y Comunicación abrió un proceso en su contra por una caricatura publicada en este Diario*.
Aparentemente, lo anterior tiene relación con el dibujo sobre el reciente allanamiento a la vivienda del señor Fernando Villavicencio, asesor del asambleísta Cléver Jiménez, diligencia dispuesta por un juez de la Corte Nacional, para indagar sobre correos interceptados ilegalmente al Gobierno. En la caricatura del comentario aparecen individuos con fusil y casco llevándose computadores y cajas, con la frase “Fiscalía y Policía allanan la casa de Fernando Villavicencio y se llevan denuncias de corrupción”. Posteriormente, el presidente Correa desafió a Bonil a que compruebe la afirmación.

Este episodio empieza a corroborar los motivos de preocupación de la señora Catalina Botero, relatora para Libertad de Expresión de la CIDH, respecto de la Ley Orgánica de Comunicación aprobada en junio del 2013. La señora relatora advirtió que en la redacción se contrariaron los estándares internacionales en materia de libertad de expresión y los principios que la misma ley consagra, desde que establece restricciones al ejercicio de ese derecho y genera un efecto intimidatorio para expresar la opinión. Esto hace que los indicados principios resulten prácticamente ineficaces. Lo informado por Bonil conduce a pensar que la restricción y la intimidación incluye también a la caricatura, cuyo componente es el humor, la ironía, la sátira e incluso la exageración, lo que es universalmente aceptable y además compatible con el ánimo iocandi (en broma).


Un procedimiento como el iniciado contra el caricaturista Bonil, en efecto responde a facultades exorbitantes de regulación al derecho fundamental de cada persona a expresarse por el medio que escoja. En este caso, el dibujo es una opinión presentada con ironía, indirectas, exageración y con comicidad, pero al mismo tiempo en un contexto de realidad, hechos centrales conocidos y materias trascendentes. Así, los pequeños detalles sucumben frente a los asuntos importantes y de interés público, tales como: el allanamiento a una vivienda de una familia que se sentía segura dentro de ella, el miedo de los niños y las personas en pijamas; la intervención de una fuerza armada, usual en las series de televisión y en operativos contra delincuentes de gran peligrosidad; la necesidad de transparencia de los actos del poder público, la seguridad jurídica, el trato igual en situaciones similares; la independencia de las funciones del Estado; y, la efectividad de las herramientas para lograr equilibrio entre el ciudadano y el poder político.
A la relatora Catalina Botero le preocupó que la ley vigente y que en su momento se la calificó de Ley Mordaza (y también de LOCA) autorice a los órganos administrativos para controlar e intervenir en los contenidos de los medios; pero particularmente que consagre responsabilidades y causales de falta administrativa de notable vaguedad y otorgue “… a un funcionario, elegido por un órgano administrativo de una terna enviada por el presidente de la República, la facultad de vigilar el cumplimiento de dicha ley, aplicarla e imponer las correspondientes sanciones”.

*Publicado en el diario El Universo el día viernes 17 de enero del 2014.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

NOTICIA DE DIARIO EL UNIVERSO: Sábado, 1 de Febrero, 2014
Supercom sancionó a EL UNIVERSO y Bonil

La Superintendencia de Comunicación (Supercom) sancionó a EL UNIVERSO con una multa equivalente al 2% de la facturación de los últimos tres meses; y a Xavier Bonilla, Bonil, caricaturista de este Diario, le exigió rectificar la frase: “Policía y Fiscalía allanan domicilio de Fernando Villavicencio y se llevan documentación de denuncias de corrupción”.

Esta constó en una gráfica publicada el 28 de diciembre del 2013, por la cual el presidente Rafael Correa expresó su queja en una sabatina.

La resolución exige a este matutino que dentro de tres días transfiera a una cuenta de la Superintendencia en el Banco Central del Ecuador (BCE) el dinero mencionado.

A Bonil le da el mismo plazo para emitir una rectificación con “las mismas características, dimensiones, espacio y sección” de la frase que “no corresponde a la realidad de los hechos y estigmatiza la acción de la Fiscalía y de la Policía”.

El documento suscrito por el superintendente Carlos Ochoa señala que EL UNIVERSO afectó el artículo 25 de la Ley de Comunicación al no abstenerse de tomar posición institucional sobre la inocencia o culpabilidad de una persona que está involucrada en una “indagación previa” aludida en el dibujo.

Esto pese a que el mandatario afirmó a inicios de enero que el allanamiento al domicilio del exasesor legislativo Fernando Villavicencio, por un supuesto hackeo de sus correos, se trataba de una diligencia previa y no una indagación previa.

“Sepan, ustedes, que esa diligencia previa no es indagación previa, fue pedida por la Presidencia, por el asesor jurídico (Alexis Mera)”, apuntó Correa en una rueda de prensa.

La Supercom sancionó a Bonil porque, a su juicio, las imágenes de su caricatura están “alejadas de la realidad y la afirmación que emite no fue debidamente verificada”.

La tarde de ayer, Ochoa leyó un comunicado con su posición y no permitió preguntas.

“Todos quienes son periodistas o estudiaron periodismo conocen que cuando se cita a una persona debe señalarse de manera tácita, fulano de tal dijo y poner entre comillas la frase que le atribuye a la persona citada”, indicó.

Y a manera de advertencia para los medios anotó: “No basta con decir que lo que dicen o destaca la persona, o escribe o dibuja es de responsabilidad de la persona”, recordándoles el artículo 10 de la misma ley, respecto de la responsabilidad sobre la información y las opiniones que se difundan.

“Una imagen vale más que mil palabras; una imagen falsa es más que mil palabras falsas. Y la ley es la ley, ni se transa, ni se negocia, se cumple”, finalizó.

El secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, también comentó sobre el tema en su cuenta de Twitter: “La relación entre la verdad y la infamia está hoy, por fin, bajo juzgamiento ciudadano. Alto al abuso de la imprenta”.



Anónimo dijo...

NOTICIA RELACIONADA EN EL UNIVERSO. Viernes, 31 de Enero, 2014 - 17h24


Superintendente Ochoa dice que con la caricatura de Bonil se desinformó


Siete minutos se tomó el Superintendente de Información y Comunicación, Carlos Ochoa, para leer un pronunciamiento sobre la resolución que adoptó en contra del caricaturista Xavier Bonilla "Bonil" y del Diario EL UNIVERSO, por la publicación de una caricatura el pasado 28 de diciembre.

En la mañana, la Supercom notificó a EL UNIVERSO con una sanción del 2% de la facturación promediada de los últimos tres meses y a Xavier Bonilla que en un plazo de tres días rectifique.

Para Ochoa, la finalidad de una caricatura, igual que la de cualquier otro trabajo periodístico es que "no debe ser engañar a las audiencias. No es lo mismo deformar las facciones de una persona, o una cosa, que inventarse la narración gráfica de algo que nunca sucedió en realidad... la caricatura de Bonil fue un acto deliberado de desinformación para forjar una realidad falsa".

El funcionario dijo que Bonil en su defensa destacó que lo que colocó en el pie de su caricatura fue la declaración del exasesor parlamentario Fernando Villavicencio (cuando allanaron su vivienda la Policía con la presencia de delegados de la Fiscalía y de la Presidencia de la República) por lo que dijo que "todos los que somos periodistas sabemos que cuando se cita a una persona debe señalarse de manera tácita fulano de tal dijo, y poner entre comillas lo que dice la persona".

Sobre la sanción al Diario, Ochoa recordó el artículo 10 de la Ley Orgánica de Comunicación sobre normas deontológicas, que se refiere a las prácticas de los medios, que señala claramente que "deberá asumir la responsabilidad de la información y de las opiniones que se difundan".

"No basta poner (en la página editorial) que no es responsabilidad (del medio) las opiniones que se difundan, dibujan o escriben", leyó Ochoa.

El superintendente hizo referencia a la Real Academia de la Lengua para detallar un concepto de lo que significa la caricatura y el humor. Pero insistió que "la finalidad de una caricatura o trabajo periodístico no debe ser engañar a las audiencias o afectar infundadamente los derechos de las personas aludidas".

Finalmente, Carlos Ochoa dijo que con la caricatura se desinformó, lo que equivale a producir información falsa, injuriosa, intencional para engañar a las audiencias o lectores... lo que tiene por objeto forjar una realidad orientada a denostar y degradar a quien considera adversario político, social, económico militar ... Usar la caricatura para estos fines es absolutamente ilegítimo, ilegal y antiético".

"Una imagen vale más que mil palabras, una imagen falsa es más que mil palabras falsas y la ley es la ley, ni se tranza ni se negocia, se cumple, muchas gracias", refirió el funcionario y no respondió las preguntas de los medios de comunicación.