viernes, 22 de noviembre de 2013

Amor al prójimo

Jorge G. Alvear Macías


El presidente venezolano logró que la Asamblea Legislativa lo habilite para legislar por un año. La Ley Habilitante, publicada el pasado martes, le permite dictar decretos con rango, valor y fuerza de ley, incluso en materia penal.
Por ejemplo, para la lucha contra la corrupción, se lo autorizó a “…Dictar y/o reformar normas e instrumentos destinados a fortalecer los valores esenciales del ejercicio de la función pública, tales como la solidaridad, honestidad, responsabilidad, vocación de trabajo, amor al prójimo…”.
Precedió a la “Ley Habilitante” la misma retórica de Chávez. Maduro acusó a la oposición de haber causado los persistentes problemas económicos que padecen los venezolanos (desde el inicio de su gobierno). También expresó la necesidad de superar la dependencia del petróleo, la lucha contra la corrupción, el desabastecimiento por especulación. Porque él quiere empezar “una revolución económica”. Sin embargo, para el economista Orlando Ochoa, consultado por el diario El Universal, “nada de lo que se tiene que hacer necesita una Ley Habilitante”.
Venezuela tiene una inflación superior al 45,4%, su moneda se deteriora a la par de sus reservas internacionales y el pésimo crecimiento económico.
Las noticias reportan proliferación de colas por doquier. Una columnista venezolana describió la situación: 

“…veo personas preocupadas, al igual que veo y percibo un toque generalizado de tristeza y desesperanza… A veces, al estilo de la dama de la justicia, provoca vendarse los ojos para intentar analizar con la mayor imparcialidad y objetividad posible las locuras que nos están tocando vivir a diario a todos los venezolanos”.

Maduro ya anunció su primera ley: la Ley de Costo, Ganancias y Precios.
Pero el uso de las facultades legislativas para enfrentar lo que parece una debacle económica no sería el único objetivo de Maduro y preocupa a la oposición que las utilice para endurecer la represión.
Por lo pronto ya apareció un colectivo denominado Periodistas por la Verdad, que denunciará ante la Fiscalía al diario El Universal por publicar en su portada la fotografía de una mancha de sangre tras un crimen.
Se adujo que el medio intentaba “mostrar al mundo que Venezuela es un país invivible”. Por ello pidió a Maduro que, “en el marco de la Ley Habilitante”, reviva la Ley de Delitos Mediáticos, para evitar que los medios “políticos” afecten a la población.
A continuación, una autoridad policial dijo que está considerando iniciar una investigación, (pues con la fotografía) “claramente se ve que el periodista irrumpe en la tranquilidad de todos los venezolanos”.
Ahora bien, resulta extraño al concepto de estado de derecho, que con una “Ley Habilitante” desaparezcan las fronteras que separan el Poder Ejecutivo del Legislativo. Es preocupante la destrucción de ese elemento esencial de la democracia, que no se justifica ni en “guerra económica” ni para asegurar el “orden económico de transición al socialismo”, que ha invocado Maduro.
Aun cuando la Constitución venezolana lo permita, no significa que aquello sea razonable y compatible con la democracia. Cualquier ley, antes de su vigencia, debe ser debatida por la Legislatura y la población. Sin la deliberación de las leyes, a los venezolanos les queda enterarse de ellas por su publicación en la Gaceta Oficial. Incluidos los delitos que Maduro puede crear con un decreto… ¡por amor al prójimo!

*Publicado en el diario El Universo el día viernes 22 de diciembre del 2013.

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