viernes, 30 de noviembre de 2012

El fenómeno Barcelona

Jorge Alvear Macías

Desde Ibarra a Machala, del Coca a Manta, de Picoazá a Calceta se hizo sentir la explosión de alegría de miles de ecuatorianos por un sueño cumplido: Barcelona Campeón 2012. La euforia del bulevar 9 de Octubre en Guayaquil y de la Plaza Foch en Quito, se replicó en Esmeraldas, Milagro, Loja, Cuenca, Santa Elena, Lima, New York, Jersey City, Madrid, Murcia. Las 14 estrellas acumuladas se festejaron hasta la madrugada de ayer.

Es que Barcelona es un fenómeno social no observado en otras latitudes. Usualmente los equipos de fútbol tienen sus seguidores en las ciudades o barrios en los que se fundaron esos clubes.
Para muchos ecuatorianos, Barcelona es algo más que un equipo de fútbol. Varias emisoras de radio informaron que algunos emigrantes vendrán al país solo para estar en el encuentro de este domingo y el lunes retornarán a tierras lejanas. Ese gran esfuerzo económico, ese gran sacrificio y exclusivo propósito, deben tener otra explicación, que los estudiosos deben concretar.
En mi modesta opinión, Barcelona no representa la misma situación de la selección ecuatoriana de fútbol. Además, pienso que los estudios antropológicos que se han desarrollado en el país, sobre la identidad que genera el fútbol, solo se han centrado en la Selección.

Alguno que otro estudioso, con rumbo marxista, encuentra que en el apoyo a la Selección hay una forma de creación forzada de identidad. Sostiene –y yo discrepo–, que se trata de un sentimiento de pertenencia nacional, instaurado para el control estatal en el que se debe tener en consideración los intereses de las clases sociales dominadas y se le exige a la élite un sacrificio económico para mantener la dominación. Pero claro, como detrás de estos conceptos se busca revolucionar y justificar el cambio de las estructuras de un Estado, eso cae en el campo político, lo cual nos llevaría a otras disquisiciones.

En el caso del Barcelona de Guayaquil “astillero”, deben existir otras razones que lo sitúan como aglutinador no solamente social e interétnico, sino interregional y eso es lo importante. A diferencia de la Selección, el sentimiento de respaldo opera 12 meses al año y casi siempre de generación en generación. Con una magnitud desconocida, incluso por los políticos que –aprovechando la coyuntura– hoy se han volcado a felicitar a los hinchas de Barcelona. Imagino que alguno se sentirá tentado a cambiar la camiseta, como es su costumbre, para ganar simpatías.

No pretendo sostener que Barcelona gravita decididamente en la identidad nacional, pero sí invito a meditar que como fenómeno social, trascendió desde su inicio al quebrar los límites de lo social; y, en los últimos años, superó la barrera territorial. Como cosa extraordinaria y sorprendente, los triunfos y reveses del Ídolo, están en la piel y en el corazón de la población mayoritaria y eso indudablemente construye una forma de identidad.

El Club nació por “la alianza del inmigrante catalán con el trabajador del puerto …y de extracción popular”, tal como anotó Fernando Carrión, investigador de la Flacso (El fútbol como práctica de identificación colectiva”), pero ahora identifica a la mayoría del país y es su símbolo. ¿Cómo aprovechar este fenómeno en la línea de construir la identidad nacional?





*Publicado originalmente en el diario El Universo del viernes 30 de noviembre del 2012.



Lea este artículo en EL UNIVERSO




ABOGADOS EN GUAYAQUIL, para más información haga doble clic AQUÍ
ABOGADOS EN GUAYAQUIL
para más información haga doble clic  

viernes, 23 de noviembre de 2012

Producción en masa


Jorge Alvear Macíasjorgalve@yahoo.com 

Reflexionaba que entre los tipos de procesos productivos está la producción en masa. En esta se distingue el flujo continuo de fabricación de un producto. Se utiliza la cadena de montaje, típica en la fabricación de automóviles y “enlatados”.
Pero no cavilaba sobre un proyecto industrial en concreto, sino sobre el “diluvio” de distracciones que hemos recibido los ecuatorianos en los últimos 5 años. Numerosos temas de controversia, soltados en el debate nacional con cierta secuencia y cuando se discutían o criticaban actuaciones gubernativas.
Así, unos temas sustituyeron a otros, como salidos de una cadena de producción.
La constante generación del debate casi siempre desde los estamentos del poder, me sugieren la existencia de un “departamento de fabricación” de temas perturbadores, diseñado para producir en masa, y acumular un “stock” con una estrategia de uso, que solo conocen el “gerente de producción” y el “gerente de comercialización”. ¿Acaso la estrategia de distracción para el control social, que describió el filósofo y lingüista Noam Chomsky?
Por eso me pregunto si forman parte de esa producción masiva, las recientes propuestas del Secretario Ejecutivo del movimiento Alianza PAIS (AP) y la del presidente, respectivamente.
El primero cuestiona la división de poderes (funciones) del Estado moderno y reniega de la necesidad de su existencia. El Secretario de AP plantea un debate de nuevos conceptos en la política, porque según él se habrían gastado las instituciones, y no reflejan las circunstancias actuales. Insólita propuesta, pues la actual Constitución de Montecristi se aprobó “para que dure 300 años”.
Por su parte el presidente, insiste en la necesidad del control del flujo de la información. Lo ha reiterado, luego de haber expresado en España que la información es un derecho ciudadano, por tanto, se debe formar “una Función del Estado con mucha más capacidad de regular ese suministro de información”. Desea “… una Función del Estado, con legitimidad democrática, con controles democráticos, no estos negocios que hacen lo que les da la gana…”.
Ambas pretensiones parecen tener el mismo origen (¿la cadena de producción?). ¿Hay realmente la intención de hacerlas realidad? ¿Son globos de ensayo? No estoy seguro.
Algún funcionario les debió advertir que una reforma constitucional de ese alcance sería regresiva para los derechos ciudadanos, incompatible con las normas y principios del Derecho Constitucional Internacional.
Es que, la legitimidad de un sistema democrático, si bien se mide por la satisfacción de las exigencias de las mayorías ciudadanas, no puede desvincularse de las constituciones nacionales, ni de la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros convenios afines. Existe un común denominador en las constituciones de los estados democráticos: los principios democráticos y los derechos humanos, amparados por el Derecho Constitucional Internacional.
De ahí que la pretensión del Secretario de AP, colisiona con la Carta Democrática de la OEA: “Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; …y la separación e independencia de los poderes públicos” (artículo 3).
De otro lado, el control del flujo de la información está impedido por la Declaración de Principios para la Libertad de Expresión: “…La actividad periodística debe regirse por conductas éticas, las cuales en ningún caso pueden ser impuestas por los Estados”.




*Publicado en el diario El Universo el día viernes 23 de noviembre del 2012.

viernes, 16 de noviembre de 2012

La Cumbre de Cádiz

Jorge Alvear Macíasjorgalve@yahoo.com 


Hoy se instala en Cádiz la XXII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno y termina mañana 17.

La primera Cumbre fue en 1991, en Guadalajara, México. En esa ocasión, los jefes de Estado y de Gobierno convinieron en la necesidad de guiar la conducta externa de los países miembros con apego al Derecho Internacional; promover la negociación para solucionar conflictos regionales; y, colaborar en las medidas contra el tráfico de armas.

Ahora se aspira a reforzar la relación de la comunidad iberoamericana estimada en 600 millones de personas, mejorando los mecanismos de diálogo, de integración y cooperación entre jefes de Estado y de Gobierno.

La reunión, que coincide con el bicentenario de la Constitución de Cádiz, impulsó al rey Juan Carlos a expresar que ese documento es el inicio del “moderno constitucionalismo español y de los valores democráticos extendidos por Iberoamérica”.

El acto inaugural será en el Gran Teatro Falla de Cádiz.

Está anunciado que el presidente ecuatoriano se entrevistará con don Juan Carlos y con su homólogo español, Mariano Rajoy, “con quienes analizará la situación de las relaciones bilaterales”.

Esa noticia es alentadora, si se trata de mejorar las tradicionales relaciones, en las que en el pasado primó la colaboración de España, principalmente en el desarrollo de la infraestructura nacional. El plan maestro de abastecimiento de agua potable para Guayaquil, la vía Perimetral de Guayaquil, la presa La Esperanza y el primer trasvase del proyecto Carrizal-Chone, los túneles de esta ciudad, entre otras obras ejecutadas por empresas españolas, están ahí para recordar su aporte. Sin embargo, no necesariamente el Estado ha sido recíproco con esa colaboración. Ahí están los actos caprichosos y abusivos de funcionarios en el manejo contractual de cierta concesión vial (con obras terminadas y entregadas) y de deudas no honradas, en perjuicio de una empresa española. Hechos ocurridos en el pasado y no corregidos en el presente, pese a disposición expresa de la Contraloría.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Cantares


Jorge Alvear Macíasjorgalve@yahoo.com 

Hoy voy a referirme a un evento muy singular ocurrido en la inauguración de los Juegos Nacionales de Olimpiadas Especiales, efectuados en Machala el pasado octubre, con la participación de deportistas provenientes de 23 provincias. Un esfuerzo importante de los organizadores en favor de las personas con cierto grado de discapacidad o capacidades diferentes.

La colorida inauguración fue transmitida por televisión y así pude apreciar que al vicepresidente de la República, don Lenin Moreno, le correspondió ejecutar la ceremonia inaugural. La autoridad cumplió pronunciando su discurso de orden, con un mensaje a los deportistas enmarcado en lo esperado dentro de estas circunstancias.

Lo remarcable es la grata sorpresa que dio cuando “arranchó” el micrófono y cantó la canción compuesta y popularizada por Joan Manuel Serrat: Cantares. Fue una hermosa interpretación. En lo personal, estimo que el segundo mandatario transmitió gran sensibilidad, serenidad amigable, estabilidad y optimismo. El lector puede disfrutar la canción en el sitio de Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=Us_CQ7D8gMc . Es que la música tiene algo mágico y permite acercarnos tanto en la divergencia como en la lejanía, pensé mientras lo escuchaba. Fue cuando se cruzó por mi mente que el vicepresidente bien podría “hacer camino al andar” y dejar “estelas en la mar” con un mensaje de unidad y solidaridad, a través de su canto.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Únicos culpables


Jorge Alvear Macíasjorgalve@yahoo.com 

Entre los derechos reconocidos en la Constitución destaca el derecho a fiscalizar los actos del poder público. Es ejercitable individualmente, directamente o a través de representantes libremente escogidos. Es una forma de participar, influyendo en las decisiones gubernamentales.

Para la fiscalización es fundamental que nos informemos. Así, el acceso a la información pública resulta necesario y es obligación del Estado facilitarlo. Sin embargo, afortunadamente, la información tiene otros canales que aseguran su flujo: los periódicos, la radiodifusión, la televisión y la internet. Estos canales amplían las posibilidades de obtener información y es bueno que así sea.

Sin información no podríamos formarnos una opinión, para tomar decisiones y menos influir en la decisión de una autoridad. No podríamos intentar evitar los actos arbitrarios. Tampoco exigir que se sancionen las conductas reprochables de ciertos funcionarios públicos, que generalmente actúan amparados o protegidos por cortinas de desinformación y por prácticas antidemocráticas que dificultan el funcionamiento de las instituciones públicas. Ellos se desenvuelven con la evasión o distorsión de los controles, mediante presiones políticas sobre los órganos encargados del control.